sábado, 21 de junio de 2014

1ª Bicicletada "Agustina de Aragón"

El lunes 16 de junio se celebró la "1ª Bicicletada Agustina de Aragón". Más de 450 alumnos y 50 adultos (maestros, familiares, auxiliares de Educación Especial, etc) pedalearon por el barrio.El objetivo era compartir una afición (la bicicletada) y realizarla todos juntos.
Además, se reivindica el barrio como lugar donde todos podemos convivir, peatones, ciclistas y conductores de coches.














domingo, 15 de junio de 2014

"PEDALEANDO POR EL EBRO". 2ª parte.

La semana del 2 al 6 de junio los alumnos de 6º de Primaria realizaron la segunda parte del "Camino del Ebro". Si el curso pasado subieron ribera arriba del Ebro, esta vez hemos cogido el camino para ir ribera abajo. 

Desde el colegio hemos remontado un tramo del río Gállego. Allí presenciamos el vertido que hace al río la “Montañanesa”. Visto lo visto hemos decidido escribirle una carta al Alcalde de Zaragoza para que solucione este problema. La hemos hecho en inglés.
Posteriormente llegamos a la desembocadura del Gállego en el Ebro, y a partir de ahí hemos acompañado al "Gran Río". Paramos en la "Alfranca", donde hicimos una visita guiada al Galacho. 

Después de dormir el lunes en La Puebla de Alfindén continuamos viaje. Pastriz, La Cartuja, El Burgo de Ebro (y sus Galachos) y Fuentes de Ebro. Allí segunda noche.

Ya el miércoles 4 de junio dejamos a las bicis descansar y cogimos un autobús para llegar el final del Ebro, a su Delta. Allí viaje en barco por su desembocadura y primer baño del año en el Mediterráneo en la Península del "Fangar".

Jueves y Viernes vuelta al cole, parte por el recorrido de la ida y parte por caminos diferentes. A destacar que el viernes paramos en el colegio de La Puebla de Alfindén “Los Albares” para realizar una convivencia con sus alumnos. Juegos comunes, taller de nutrición por su parte. Por la nuestra, les contamos en inglés nuestra experiencia de los dos últimos cursos. Monólogos de 2 minutos sobre distintos temas: momentos divertidos, momentos duros del camino, remando con "Ebronautas", viaje al Delta,...


En definitiva, segunda experiencia de la "Escuela Ambulante", con la idea de sacar la Escuela al Mundo como mejor manera de que los alumnos aprendan del medio.


















sábado, 14 de junio de 2014

EN BICI POR LAS RIBERAS DEL GÁLLEGO

Los últimos días de mayo, 29 y 30, más de cien alumnos de 5º de Primaria y varios familiares y maestros, han recorrido en bici las riberas del Gállego viendo sus paisajes y disfrutando de la Primavera.


A destacar que presenciamos el  vertido que hace al río la “Montañanesa”. Visto lo visto hemos decidido escribirle una carta al Alcalde de Zaragoza para que solucione este problema. La hemos hecho en inglés.





domingo, 1 de junio de 2014

PEDALEANDO POR EL EBRO

Lunes, 13 de mayo de 2013.
(Zaragoza – Utebo)

¡¡Por fin!!
            Después de tanto tiempo preparando este viaje ya había llegado el día. Íbamos a poner en marcha esta experiencia. En las dos últimas semanas habíamos sufrido con las previsiones meteorológicas. Lluvia, lluvia y más lluvia. Los pocos momentos de sol iban “moviéndose”, pasando de un ratito el domingo, una mañana del martes,… y poco más. Pero amaneció el lunes y estaba despejado.
Los chavales fueron llegando poco a poco a partir de las ocho y media. Venían con sus padres, abuelos, hermanos pequeños, cargados con las mochilas, en bici, con su casco, nerviosos y expectantes ante lo que íbamos en empezar. El resto de alumnos del colegio y sus familias nos miraban curiosos. Algunos ya se habían enterado de algo, pero otros estaban sorprendidos al ver cuarenta personas en bicicleta con sus mochilas. Cuando ya estábamos todos preparados ocurrió una sorpresa. Vinieron a grabarnos los de “Aragón Televisión”. Querían recoger la salida del viaje, el inicio. Nos hicieron unas cuantas preguntas, las primeras impresiones y expectativas sobre el viaje, y después grabaron nuestra salida. Cuando nos fuimos se quedaron con los padres y madres que se encargaban de la “intendencia”, de transportar las mochilas grandes y los sacos de dormir a nuestro lugar de destino, Utebo.
                        ¡Ya estábamos en movimiento! Con las primeras pedaladas fueron desapareciendo los nervios… y el sueño. Todo el mundo iba contento y deseando que empezaran a pasar cosas. Desde el colegio cogimos el carril que va por la “Ronda Norte”, pasamos por la rotonda de Juslibol y llegamos al inicio del Parque del Agua. Allí nos encontramos por primera vez con el Ebro, el río que nos acompañaría y al que nosotros también acompañaríamos durante estos días. Nos volvimos a encontrar con los de la “tele”. Más recogida de impresiones, las primeras anécdotas. A partir de aquí, ya por camino de tierra, emprendimos la marcha hacia el Galacho de Juslibol. Fue una parte del recorrido tranquila, sin ninguna complicación, con todo el mundo disfrutando del sol, la bicicleta y la compañía de los demás.

            Y llegamos al inicio del soto de Partinchas. Los chicos pudieron disfrutar del soto adentrándose por un camino espectacular, precioso. Las lluvias de los meses anteriores habían hecho que el camino estuviera muy cerrado, con ramas dificultando el paso, el suelo con algunos charcos. Pero estas condiciones favorecen los incidentes y los accidentes. Resbalones, risas, choques, arañazos de “guerra”. Después nos hablarían de lo que es un soto, un bosque de ribera, pero nosotros ya habíamos estado dentro de uno.
            Y a la salida del soto está ya el Centro de Interpretación del Galacho. Allí últimas grabaciones con los de la “tele”. Ya ha habido caídas para contar (ya es famosa la casi caída de Jorge a la acequia), anécdotas. Días más tarde, ya en casa, viendo el reportaje, hay momentos antológicos. Arantxa hablando sobre lo “mucho” que echa de menos a su hermano, Valentín sobre su bocadillo de paté, Elisabeth ayudando a levantarse a Elisa, etc. Al final, en la despedida, Alba tranquiliza a las madres y padres diciendo que están bien, que no se preocupen, que volverán sanos y salvos a casa.
            Después de esta experiencia “mediática” almorzamos y entramos al Centro de Interpretación. Allí el guía, Manuel, con la ayuda de una maqueta y de unos paneles explicativos, nos contó muchas cosas sobre el Ebro y el Galacho. El funcionamiento del río, las crecidas, la formación de un galacho, los ecosistemas presentes, la flora y la fauna. De excursiones anteriores en bicicleta (por las riberas, las desembocaduras de los ríos Huerva y Gállego) los chicos ya tienen ciertas nociones sobre estos temas y van asimilando perfectamente los nuevos conocimientos.
Terminada la parte más teórica, pasamos a la visita al propio galacho. Más cosas por aprender. Especies invasoras como el Galápago de Florida, huellas de animales, rastros de caza, cómo saber hasta dónde subió el nivel del agua en el Galacho, el transporte de las semillas, visita al árbol más viejo del entorno, animales, plantas y ¡mil cosas más! Esto es el aprendizaje, vivenciar el conocimiento, experimentar. ¡¡No es suficiente con libros y vídeos!! La Escuela debe provocar situaciones, no sólo dárselas “digeridas” a los alumnos en libros de texto.
            Al acabar la visita, nos despedimos de Manuel, y nos pusimos a comer. Después, subida al escarpe. Desde allí espectacular vista del Galacho, del Ebro, de los distintos ecosistemas, de Zaragoza capital. ¡Qué cerca está la ciudad de este lugar tan especial! A tan poca distancia hay cientos de miles de personas con sus rutinas, ruidos, obligaciones y horarios. Y nosotros oyendo los cantos de los pájaros y sólo dedicándonos a disfrutar del aire libre, de hacer ejercicio físico y aprender cosas nuevas.
Hacia las cuatro y media emprendimos nuestra marcha y aprovechamos para hacer una visita al castillo de Miranda, un paraje bastante desconocido. La subida tiene su dificultad, y a mitad de ella nos encontramos con un lugar misterioso. Una abertura en la montaña que según dicen comunica con el castillo. ¡No nos atrevemos a probarlo! Ya arriba, las vistas son espectaculares, en especial un brazo del río abandonado que va siendo devorado por el carrizo. En poco tiempo, y si los humanos no intervenimos, el paisaje será muy diferente, se habrá convertido en un soto.
Bajamos del castillo y seguimos camino a Monzalbarba. El camino hasta el puente que va paralelo al río es especial, un momento para disfrutar de la Naturaleza.
            Ya en el pueblo de Monzalbarba paramos en la plaza de la iglesia para descansar. En el bar estaba el televisor encendido y vimos parte del reportaje que nos habían hecho. Jorge ha sufrido un golpe de calor y no puede continuar. Llamamos a sus padres y vienen a buscarlo. ¡No pasa nada! Jorge tiene muchas ganas de continuar, así que al día siguiente ya estaba con nosotros pedaleando.
            Salida de Monzalbarba y después de unos poquitos kilómetros llegamos a nuestro destino del día, Utebo. El GR-99 deja en la parte vieja del pueblo. A partir de ahí atravesamos el pueblo y llegamos a nuestra “casa” en Utebo, el Pabellón Municipal de Deportes. Gracias a la amabilidad de Juan Luis Felipe, del Ayuntamiento de Utebo, disponíamos del Pabellón para dejar nuestras cosas y nuestras bicis, ducharnos y dormir, ¡casi nada! Y así lo hicimos. Dejamos bien atadas las bicis dentro del recinto y nos fuimos a cenar a un bar. Después de la cena regresamos al pabellón. Eran alrededor de las diez y ya se habían acabado las actividades deportivas. Nos quedaba aún una larga tarea. Primero, organizarnos, sacar las cosas necesarias de la mochila, el saco de dormir, etc. Después, escritura de diario de viaje, para que no se nos olvidara nada de lo vivido en el día. Y, por último, ducha.
            Una vez realizadas todas estas cosas quedaba una experiencia nueva para muchos chicos, el dormir en saco. Días atrás algunos padres y madres me habían comentado que sus hijos no habían dormido nunca fuera de casa, ni siquiera en casa de sus tíos o abuelos. Pues bien, ahora estábamos a las doce de la noche y nos teníamos que preparar para dormir, en una sala amplia, cuarenta personas, cada uno con su saco de dormir y su esterilla. No ayudaban distintos factores. La excitación del día y sus múltiples experiencias, el estar en un sitio extraño, el dormir en saco en el suelo y sin almohada, el que las vías del tren estuvieran a menos de veinte metros y pasaran trenes cada hora (a la una, a las dos,…), el tener aún energías sobrantes para “juguetear” un poco, el que algún niño y algún padre roncara. Conclusión, esta primera noche se durmió poco y regular. ¡¡Mañana será otro día!!

Así lo vieron los protagonistas…

Hoy, para salir pronto, me he tenido que levantar a las siete y media. Hemos salido del colegio a las nueves y cuarto. Cuando íbamos por el bosque hemos visto unos paisajes muy bonitos. También hemos subido a dos montañas para ver el soto y el río Ebro. También nos han dado una charla sobre el Galacho de Juslibol y vimos el árbol más grande y más viejo de Juslibol. También me entrevistaron en Aragón Televisión. Aunque tenía un poco de vergüenza tuve que hablar.
                Por la tarde cuando salimos del Galacho íbamos todo el rato por caminos muy estrechos y muy rocosos. Subimos al castillo de Miranda. ¡Qué chulo era todo! Cuando llegamos a Utebo fuimos a cenar y allí conocimos a una niña de dos años que se llamaba Abril. ¡Qué rica estaba toda la comida! Y de allí nos vinimos al polideportivo. Cogimos las mochilas donde teníamos la ropa y los pijamas, preparamos las cosas para dormir y nos enseñaron a escribir el diario. Nos hemos preparado para ducharnos y nos hemos acostado.
María Vázquez.

                Yo no he podido dormir muy bien por los nervios. En el cole ha venido Aragón Televisión. La chica que entrevistaba se llamaba Laura. Y por fin nos hemos ido al Centro de Interpretación y allí…hemos almorzado, jugado al pañuelo y al escondite. Más tarde nos han explicado un poco sobre pájaros y árboles. Después hemos comido y hemos salido hacia Utebo. Hemos parado en Monzalbarba en un bar donde he jugado con Dani y Rodrigo a darnos tortas. Al rato hemos llegado a Utebo, hemos dejado las bicis y hemos cenado.
                Después de cenar hemos jugado a bajar pantalones. Al final hemos venido aquí, hecho este diario y nos hemos duchado.
Arantxa Artigas.
Hoy me he levantado a las ocho menos cuarto de la mañana, he desayunado cereales con leche. Como no había clases por la excursión no me preparé la cartera, aunque me acosté a las once y media por la explicación de mis padres. Cuando salí al cole con la bici preparada creía que había llegado tarde pero llegué muy pronto.
Cuando salimos de colegio primero fuimos al Galacho de Juslibol. Durante el trayecto fuimos por un camino de piedras y algunos se cayeron. En un camino muy estrecho fue donde la mayoría se cayó. En el galacho almorzamos todos juntos. Luego Manuel, el guía, no explicó cosas sobre el Galacho de Juslibol y las cosas sobre los animales. A mí el que más me ha gustado ha sido el milano negro.
Para comer he comido pechuga de pollo. Después jugamos al pañuelo (para mí muy aburrido). Más tarde fuimos al castillo de Miranda y mucha gente casi se cae por el barranco. De camino a Utebo paramos en un bar de Monzalbarba a merendar. Cuando nos dirigimos a Utebo fuimos por una carretera pero para mi era muy incómodo. Al llega las siete y cuarto aparcamos las bicis detrás del polideportivo de Utebo.
Después de cenar he jugado al fútbol con Daniel Martínez y Valentín. Estaba muy cansado y al ver el saco de dormir me entró sueño. Pero primero tengo que hacer el diario y ducharme.
Carlos Osuna.

                Me desperté a las tres pero me volví a dormir. El despertar ha sido un poco cansado pero había que despertarse. He desayunado, me he vestido y me he lavado. Me he metido muchas cosas en la mochila. Cuando he salido hacía frío pero cuando llevaba un rato fuera ya entré en calor
                Por la mañana hemos ido al Galacho de Juslibol. He aprendido muchas cosas nuevas. A mitad de camino se me ha salido la cadena. Hacía mucho calor y venían ventoladas de calor. Me he comido un bocadillo de tortilla con palitos de cangrejo. Había unas pelusas blancas volando y Jorge casi se cae al agua.
                A las seis de la tarde emprendimos la marcha. Hemos ido a muchos sitios. Se me salió la cadena y me tuve que parar. Hemos llegado a una torre en una montaña. Nos hemos quedado en un pabellón.
                Después de cenar hemos ido al pabellón y nos han empezado a explicar lo del diario. Me lo he pasado muy bien con todos mis amigos.
Nerea Blanco.

                La noche la he pasado bien y no he estado nerviosa. Al despertar he desayunado bien para coger fuerzas. La salida al colegio la he hecho con mi amiga Olga. Al llegar al colegio han venido los de la tele a hacernos unas preguntas.
                Hemos ido al Galacho de Juslibol. Hemos parado para almorzar. Después nos hemos puesto en marcha para seguir. Un señor llamado Manuel nos ha explicado los animales que estaban en el galacho, la fauna, cómo se formó el río Ebro,… Después hemos vuelto a la plaza para comer.
                Por la tarde fuimos por un camino precioso lleno de árboles, animales,… Me ha gustado mucho. Después hemos parado para merendar. Luego hemos ido al castillo de Miranda. ¡Vaya pasada! Al bajar resbalaba mucho pero lo hemos hecho… Por último hemos ido a Utebo.
                Al final hemos cenado en un bar. Después hemos jugado a muchas cosas. Y, por último, hemos ido al polideportivo a ducharnos y a dormir.
Mercedes Romanos.
                Me levanté a las siete. He desayunado un vaso de “colacao” y una “valenciana”. Después me fui a lavarme y ponerme la ropa de la excursión. Llegué al colegio y ví a mis compañeros con la bici. A las nueve ha sonado la sirena. Antes de irnos nos pusimos en fila para el reportaje de “Aragón Televisión”. Y nos fuimos.
Atravesamos por los bosques. Hemos ido a una cuesta y casi me meto un castañazo. Por un camino, antes de almorzar, una chica de “Aragón Televisión” me eligió a mí y a otros chicos para hablar. Me preguntó si estaba cansado y yo le dije que aún tenía energía. Y luego nos preguntó qué tenía de almuerzo y yo le dije que un bocadillo de paté y se lo enseñé. Almorzamos y después nos hemos ido a un centro donde nos han explicado qué es un galacho, un meandro y un soto.
Después de comer nos fuimos con la bici a un castillo llamado Castillo de Miranda. Luego nos fuimos a Utebo a buscar un sitio donde dejar las bicis.
Por la noche nos fuimos a cenar a un bar y nos pusieron patatas fritas, hamburguesa y huevo frito. Después fuimos a jugar un poco y luego nos fuimos a un pabellón a poner el saco de dormir y luego a ducharnos. El día terminó súper bien.
Valentín Ursu.

                Me he vestido y me he ido al cole con la bici y el saco de dormir. Cuando estábamos todos en el cole ha venido la tele y nos han hecho preguntas. Luego hemos ido al Galacho de Juslibol. Hemos visto el río Ebro y hemos pasado por un bosque. Unos cuantos niños se han caído. La cámara de televisión nos ha seguido hasta un sitio que no sé cómo se llama.
                Después de comer nos hemos ido con un señor por el bosque y nos ha enseñado un árbol muy viejo de siete brazos. También nos ha hablado de animales. Hemos subido a una gran montaña para ver el castillo de Miranda.
                Por la tarde fuimos a Utebo. Hicimos un gran recorrido y estuvimos al lado de un bar. Vimos en el bar por la tele a la chica que nos había grabado. Merendamos y nos vinimos para el pabellón.
                Al final del día cenamos, cogimos nuestro saco de dormir y escribimos nuestro diario. Luego a duchar y a dormir.
Judith Perales.

                Por la mañana estaba ansioso. Salí de la cama, cogí la bici y fui hasta el colegio. Hoy hemos ido al Galacho de Juslibol. He aprendido qué era un soto, un galacho y un meandro. Lo malo fue que tuve que volverme a casa por cansancio y ellos cenaron hamburguesas con huevos y patatas fritas con ensalada. ¡Y vimos la tele!
                El sillín se me desajustó. Fuimos al Castillo de Miranda. Me lo pasé bien pero el sillín lo destrozó todo.
                Por la noche, como me había ido, cené, ví la tele y me dormí.
Jorge Muñoz.

                Me levanté muy emocionado, pensando toda la mañana en la excursión. No pude casi dormir y me desperté cuatro veces con el pensamiento de la bici. Al final conseguí dormirme y empecé a desayunar “cola cao” con galletas como toda las mañanas.
                Por la mañana fuimos a una visita guiada por Juslibol. Vimos un soto y subimos al castillo de Miranda, aunque yo no subí pues me sentía mal y fatigado. El castillo de Miranda fue construido por Pedro I de Aragón para conquistar “Saraqusta”, que era la Zaragoza musulmana. En Juslibol nos enseñaron que un galacho es un meandro abandonado. Un meandro es una curva de un río.
                Por la tarde fue un viaje muy largo y me tragué un chicle de fresa bebiendo agua. ¡Qué ataque de risa! Casi tuve que ir al baño. Cuando llegamos a Utebo ya me sentía mejor. Para demostrarlo diré que he subido una gran cuesta de pie en la bicicleta. En el viaje Sergio y yo fuimos hablando. Luego pasamos al clásico juego del “fairy” que consiste en que dos equipos luchan entre sí por la botella de “fairy”.
                Al final del día nos sentamos a cenar en una mesa. Comimos una hamburguesa con patatas y empezamos a jugar de nuevo al “fairy”, a correr por el parque y a lanzarnos por el monumento.
Rodrigo León.

                Me he levantado como todos los días aunque con un poco de pereza y he desayunado con prisas. He llegado al colegio y nos hemos ido tranquilos con mis amigos con ganas de aprender.
                Después hemos ido al Galacho de Juslibol. Paramos para almorzar y después nos pusimos en marcha. Un señor nos ha explicado los animales, cómo se formó el Ebro. Después nos hemos puesto en la plaza para comer.
                Por la tarde emprendimos la marcha a las tres y media, pero antes vimos una maqueta del Galacho de Juslibol. Y aprendimos qué es un galacho y muchas cosas más. En el camino había muchos árboles y también hierbas. Nos fuimos hasta Utebo a merendar.
                Al final hemos cenado en un bar hasta que nos fuimos a dormir.
Miguel Ángel Medina.

                Me he levantado como todos los días. Hemos ido al Galacho de Juslibol. Un señor llamado Manuel nos ha explicado qué son los galachos, nos ha enseñado el bosque y muchas cosas más. Hemos visitado el castillo de Miranda y después hemos ido a Utebo. Casi me caigo en una acequia.
                Cuando hemos llegado a Utebo hemos jugado a muchos juegos. Después hemos cenado y luego hemos ido al pabellón donde hemos cogido las mochilas. He hecho el diario. Nos falta ducharnos y ¡a dormir!
Jorge Rasal.

                En la noche de antes de la excursión había dormido muy mal. Antes de ir a la excursión he tenido que desayunar y vestirme. Antes de vestirme me he lavado la cara y me he peinado. Después he quedado con Mercedes y me he ido con ella al cole.
                Cuando he llegado al cole nos hemos reunidos todos y han venido los de la tele. Luego hemos empezado el viaje. Hemos ido por rocas y Jorge casi se cae en la acequia. Hemos llegado a Juslibol y nos han explicado muchas cosas. Han vuelto a grabarnos los de la tele.   
                Por la tarde hemos jugado un poco y nos hemos subido a la montaña y me ha dado un mareo. Luego hemos ido a un castillo pero no he subido. Después hemos ido a un bar y hemos merendado. Luego hemos venido a nuestra base. Hemos tenido que enganchar las bicis.
                Y hemos cenado y hemos venido a preparar todo.
Olga Losilla.

                Me levanté como siempre muy pronto y muy nervioso. No sabía lo que iba a pasar. En el colegio ha venido Aragón Televisión para grabarnos.
                Por la mañana hemos ido mucho tiempo en bici. Hemos hecho una visita guiada al Galacho (meandro abandonado). Después hemos ido a un pueblo en el que casi pierdo la mochila por culpa de Arantxa, que no sé qué es lo que ha hecho pero casi me la pierde.
                Por la tarde fuimos a un camino lleno de árboles y muchos animales. Ha sido muy chulo. Luego hemos parado a merendar. Hemos ido al castillo de Miranda. Al bajar me he resbalado. Por último hemos ido a Utebo.
                Después de cenar hemos jugado a bajar pantalones. El yogur nos ha afectado. Tomás la ha pagado cuando le han bajado los pantalones.
Sergio Val.

                Hoy yo me he levantado a las nueve de la mañana. Yo no he podido salir con todos mis compañeros desde el cole porque ayer tuvimos un percance que hizo que nos retrasáramos una noche. He desayunado y me he vestido.
                Cuando estaba lista he cogido el coche y he ido a mi casa. He preparado la maleta y mi madre me ha llevado al sitio donde mis compañeros ya estaban dándole a los pedales desde hace rato. Cuando hemos llegado era la hora de comer, así que hemos comido los bocatas que nos habíamos traído de casa.
                Después de comer fuimos al castillo de Miranda (en Juslibol) donde tuvimos que pasar por varios sitios peligrosos para llegar al lugar. Después fuimos a Utebo para dormir allí. Preparamos el lugar donde íbamos a dormir. Cuando terminamos nos dirigimos al bar donde cenamos.
                Después de cenar fuimos al pabellón donde dormíamos y nos pegamos una ducha calentita. Como habíamos terminado un poco tarde nos echamos a la cama ya directamente, aunque no teníamos sueño. Tardamos en dormirnos pero al final caímos rendidos por el cansancio.
María Ruiz.

                Hoy me he levantado a las siete y media de la mañana, toda ilusionada por venir a la excursión. Me he ido a asearme y luego a desayunar un zumo. Me he lavado los dientes y he ido al cole. Aragón Televisión nos ha grabado saludando.
                Por la mañana hemos ido hacia el Galacho de Juslibol y hemos tenido una visita guiada, pero lo malo eran los baches, bajadas y el cansancio. Hemos parado a almorzar y luego hemos visto un plano del galacho. El hombre nos ha explicado el Ebro, cómo subía o bajaba el caudal,… ¡Y me entrevistó Aragón Televisión! Hemos comido en ese mismo sitio y ya sé lo que es un galacho (un meandro o curva en el río abandonado).
                Después de comer nos han explicado cosas y hemos escrito en el diario. Hemos subido a una montaña y tenía ciento setenta y nueves escalones. Una vez arriba me he fatigado y he tenido que volver antes que los demás. Tampoco he podido ir al castillo de Miranda. Más tarde hemos emprendido un viaje a un campo muy bonito. Después fuimos a un barrio y nos compramos patatas, chicles,… Luego fuimos a Utebo y nos hemos alojado.
                Después de cenar jugamos y luego hemos venido a por el equipaje. Luego hemos escrito este diario y ahora a dormir, pero antes nos tendremos que duchar para ir bien aseados y no oler a moscas.
Paula Sánchez.

                Yo en mi noche antes del gran día he dormido genial. De los nervios me he despertado solo e inmediatamente he despertado a mi madre. Casualmente se había acabado mi desayuno favorito y no he desayunado bien. A las ocho y veinte he ido al trastero a por mi bici y la he atado en la calle.
                Ya en el colegio nos pusimos en fila y la reportera de Aragón Televisión nos ha entrevistado. El viaje ha sido largo y duro por los baches que había. Yo tengo asma y la verdad es que mi cuerpo se ha portado genial. El tiempo ha sido muy agradable. Una de las cosas que hemos aprendido ha sido qué es un galacho. Cuando hemos llegado al galacho hemos almorzado y hemos entrado en una casa donde nos han explicado todo y luego he comido un bocata de salchichas.
                Después de comer hemos jugado al “pañuelo” y el profesor ha ido a ver si el terreno para ir al castillo de Miranda era seguro. Cuando hemos llegado al castillo hemos tenido que escalar para verlo de cerca. Después de hacer el castillo y todo, al fin hemos pisado asfalto y hemos parado en Monzalbarba. Allí hemos merendado. Al final hemos ido a Utebo y hemos atado las bicis, cogido las mochilas y preparado todo.
                Al final hemos cenado en un bar, jugado en un parque y llegado al pabellón. Hemos hecho el diario, nos hemos duchado y hemos ido a dormir.
Daniel Navarro.

                Hoy me he levantado a duras penas porque ayer dormí genial. Tenía muchas ganas pero, me daba mucha pena separarme cuatro días de mi familia. También hoy he desayunado como siempre un vaso de “colacao” y una magdalena. Después, he ido a comprar el pan.
                Luego he salido con la bici hacia el colegio a la ocho y media. Después de llegar al colegio ha venido la tele y la entrevistadora ha dicho que no había que hacer cosas raras. Tras esto hemos pasado caminos impresionantes y uno de ellos ha sido una bajada súper empinada. ¡Ha sido impresionante! Después hemos comido en una plaza.
                La tarde ha sido emocionante. Hemos pasado por sitios por los que nunca había pasado y uno de ellos tenía unos baches de uno o dos metros, y así había tres o cuatro. Lo malo ha sido que a Jorge, mi mejor amigo, le ha dado una insolación y no ha podido seguir. Luego hemos llegado a nuestra base, Utebo. Hemos dejado las bicis y las hemos encadenado.
                Al final del día hemos cenado en un restaurante y hemos comido una hamburguesa, patatas fritas y un huevo frito. Nada sano, vamos. Después hemos jugado a “baja-pantalones” y al “fairy” (un compañero nuestro ha traído una botella que parecía “fairy” y nos la lanzábamos).
David Sobreviela.

                Tenía nervios pero he dormido bien, como otras noches. Cuando estaba despierto he terminado de prepararme la mochila. Ya en el colegio, nos ha grabado Aragón Televisión en la salida.
                Hemos ido al Galacho de Juslibol siguiendo el río. Cuando ya no se puede seguir el río para ir allí hemos seguido por unas sendas. Estaban muy chulas. Algunos se han caído. Cuando hemos llegado nos han entrevistado. A mí no me han entrevistado pero creo que a los que les hayan entrevistado les habrá gustado. Después, hemos almorzado, jugado y hemos hecho una visita guiada al Centro de Interpretación. ¡Ha sido muy interesante! Entonces hemos comido.
                Después de comer hemos estado jugando. Hemos ido con la bici un poco hasta un sitio. Hemos dejado la bici y hemos ido al castillo de Miranda. Por allí había unas cuevas. También hemos estado en una estepa, un paisaje bonito. En un bar de Monzalbarba hemos merendado. Cuando hemos llegado a Utebo nos han dicho lo que íbamos a hacer. Acto seguido hemos atado las bicis con nuestros grupos correspondientes. Hemos ido al bar y jugado un poco antes de cenar. La cena era una ensalada, hamburguesa, patatas fritas y huevo frito.
                Después de cenar hemos jugado media hora y venido hasta aquí. Hemos sacado las esterillas y nos hemos organizado, sacado los sacos y eso. Nos hemos puesto a hacer el diario y, ahora dentro de un poco, nos ducharemos.
César Miravete.

                Esta mañana creo que nos hemos levantado todos con una gran ilusión de poder hacer esta experiencia. Me he puesto el casco, los guantes y mi madre y yo hemos salido para el colegio.
                Cuando al fin hemos llegado al colegio lo primero ha sido esperar a los demás. Entonces nos hemos organizado. Estábamos esperando a que viniera Aragón Televisión y la locutora (muy amable) nos ha grabado a todos mientras salíamos del colegio. Hemos recorrido 22’7 kilómetros en total. Hemos comido y subido arriba del galacho.
                Cuando salimos de Juslibol nos fuimos al castillo de Miranda. Algunos han subido hasta arriba. Después hemos ido por un camino precioso por al lado del Ebro. Horacio nos ha hecho parar porque había unos baches enormes. Cuando hemos salido hemos ido por carretera hasta Utebo.
                Hemos estado en una plaza jugando al pilla-pilla. Después nos hemos ido hacia el pabellón donde en la sala multiusos estamos escribiendo el diario. Nos ducharemos y después nos iremos a la cama.
Asier Navarro.

La primera vez que me he levantado esta noche ha sido para vomitar, pero ya he estado bien. Luego, cuando me he levantado, he desayunado leche. Lo que pasa es que me ha dolido la tripa, pero eso era por los nervios. Cuando me he despedido de mi madre he estado triste, pero es normal.
                Después, cuando he llegado al cole, ¡estaba la tele! Pero a mí no me han entrevistado. Ya nos hemos ido al Galacho.
                Esta mañana me lo he pasado muy bien. Nos ha estado siguiendo la tele de “AragónTV”. En el camino había muchos baches, pero era chulo. La tele ha entrevistado a Pablo, Valentín dos veces, Paula Sánchez, Jorge Rasal, Elisa y a Elisabeth. Cuando hemos llegado a un edificio que hay, hemos almorzado y seguía la tele. Han entrevistado mientras almorzábamos a Arantxa, Tomás, otra vez a Valentín y… por último ¡¡¡a mí!!!
                Luego, un señor que se llamaba Manuel, nos ha guiado por el Galacho de Juslibol y hemos visto una maqueta muy chula. Luego hemos subido una montaña, pero a mi padre se le ha roto algo, pero se lo han arreglado. Después hemos subido una montaña un poco peligrosa y me he pinchado con un pincho.
                Ya nos hemos ido para Monzalbarba. Ahí hemos merendado, lo que pasa es que a mi padre se le había olvidado mi merienda y me he comido la del padre de Paula. A continuación nos hemos ido a Utebo y nos hemos quedado allí.
                Cuando he acabado de cenar hemos jugado. Luego nos hemos duchado y a la hora de dormir he estado un poco triste porque no estaba mi madre, pero como estaba con mi padre he caído redonda al saco.
Paula Polo.

                La noche anterior a la excursión dormí muy mal. El día de la excursión me levanté a las siete de la mañana y desayuné. Más tarde cogí la bici y revisé si me faltaba algo.
Por la mañana nos hemos metido en un soto. Cuando íbamos por el soto hemos visto un águila que se llamaba “milano negro”, y muchos pájaros más. También paisajes muy bonitos. Hemos subido a un castillo que había arriba del todo de la montaña. Luego Manuel, un hombre del centro de visitantes, nos ha explicado cosas sobre el Galacho de Juslibol. Hemos visto el árbol más grande de todo el Galacho, el más viejo.
                Cuando salimos del Galacho íbamos con muchas piedras por el camino. Al cabo de un rato nos vinimos al polideportivo a verlo, y atamos las bicicletas con cadenas. Más tarde nos fuimos a cenar a un bar donde conocimos a una niña pequeña de 3 años que era muy maja. Después cenamos huevos fritos, patatas fritas y hamburguesa. Por últimos nos fuimos a jugar al escondite con todos.
                Nos fuimos al polideportivo a por las mochilas donde teníamos la ropa y  los pijamas. Más tarde nos explicaron cómo escribir o usar el diario. Más tarde cuando había terminado de escribir el diario me cogí las chancletas y el pijama para irme a duchar.
                Al final del día me he metido dentro del saco y nos hemos echado a dormir porque estábamos muy cansados.
Susana Gracia.

Querido diario…
Yo, cuando estaba en la cama, estaba supernervioso. Cuando me desperté, en lo primero que pensé fue en la excursión. Fui a despertar a mi padre, pero ya se estaba preparando. Fui a desayunar pero no podía de lo nervioso que estaba. Después me fui con mi padre hasta el cole.
                Nos estábamos preparando en el cole cuando vino Aragón Televisión. Salimos del colegio. Nos metió a un desvío que era de piedras y llegaba hasta Juslibol. Hemos ido por una senda preciosa con bajadas, subidas, etc. Llegamos a Juslibol y estaba otra vez “Aragón Televisión” esperándonos para grabar. La entrevistadora me cogió a mí y me entrevistó. Yo estaba supernervioso. Después vino el guía y nos explicó todo sobre el Galacho.
                Por la tarde salimos del Galacho y fuimos a las ruinas del castillo de Miranda. Allí vimos un túnel que se metía en la montaña. Subimos y vimos las vistas. Después bajamos por un camino muy bonito hasta que llegamos a Monzalbarba. Allí merendamos, y después marchamos hacia Utebo. Allí cenamos, y en el polideportivo nos preparamos hasta que nos dormimos.
Pablo Muñoz.

La noche de antes de la excursión estaba un poco nerviosa, pero aún así he dormido bien. Me he levantado a las siete y media y ya tenía todo preparado. Cuando he bajado después de asearme, mi padre estaba haciendo la comida. Una vez que mi padre terminó salimos con la bici y llegamos al colegio.
Una vez que salimos del colegio nos dirigimos hacia el Galacho de Juslibol. En el trayecto, mientras íbamos al galacho, nos entrevistaron los de Aragón Televisión.
Me caí unas cuantas veces pero me recuperé. Cuando estábamos en el galacho jugamos un rato y luego hicimos una visita guiada con un monitor llamado Manuel. A mí me ha gustado mucho.
                Después nos dirigimos a Monzalbarba para comer (he comido un bocata de tortilla de jamón).  Después nos fuimos a ver una estepa, desde donde se veía toda Zaragoza. Me ha gustado mucho. Después algunos nos hemos quedado esperando, mientras los demás iban a ver el castillo de Miranda, que se construyó hace casi mil años. Por lo que me han contado estaba todo en ruinas y destrozado. Más tarde nos dirigimos hacia Utebo y, una vez allí, hemos jugado un poco y puesto las bicis con los candados.
                Después nos hemos ido a cenar un bar de Utebo (hemos cenado ensalada, hamburguesa, huevo frito y patatas fritas). A continuación Horacio nos ha dejado un poco de tiempo libre para jugar. Ahora estoy escribiendo este diario y después me voy a ir a duchar.
Elisa Piquer.

Ayer me costó dormirme de los nervios. Me he levantado muy bien, pero un poco nerviosa. Cuando mi hermana, mi madre y yo estábamos listas, nos hemos ido al colegio. Hay gente que ha discutido por quién duerme con quién, pero ya está solucionado.
La Televisión nos ha ido entrevistando hasta el galacho pero antes de comer se han marchado. Después hemos ido con un guía a ver todo el galacho. Ahora ya sabemos qué es un galacho, un “antiguo meandro abandonado”. Hemos visto huellas de jabalíes y tortugas americanas. Después hemos visto un árbol que lo llaman “el viejo árbol”, que tiene como siete brazos. Luego hemos ido hacia Utebo.
Cuando hemos llegado a Utebo lo primero que hemos hecho es poner las bicis con candado y luego ir a cenar. Hemos cenado ensalada mixta, hamburguesa, huevos fritos, patatas fritas y yogur. Cuando hemos llegado a la sala multiusos hemos colocado las esterillas, hemos puesto el saco y hemos escrito el diario. Después nos hemos duchado.
Naiara Pomar.

Querido diario:
Hoy por la mañana me he levantado y no he desayunado nada, sólo dos sorbos de batido de chocolate. Luego he bajado con Javi a revisar la bici. Después me ha llevado mi madre a la salida. ¡¡Hemos salido por la tele!!             
Luego nos hemos ido con la bici por el galacho y hemos llegado al Centro de Interpretación del Galacho de Juslibol. ¡¡¡Me han entrevistado!!! Luego me he comido mi bocata de tortilla.
                Por la tarde hemos subido una montaña para ver el soto del Ebro y el galacho. Era muy bonito. Luego hemos ido con la bici al castillo de Miranda. La subida y la bajada han sido un poco difíciles y me he quedado con las ganas de ir por un pasadizo.
                Al llegar a Utebo hemos atado las bicis para que no nos la robaran. Ya en el pabellón hemos elegido donde íbamos a dormir. Luego hemos escrito el diario, que ha sido difícil. Finalmente nos hemos duchado.
Tomás Gros.

                Hoy me he levantado a las ocho menos cinco. A las nueve y cuarto hemos salido del colegio y nos hemos dirigido a un centro de visitantes del Galacho de Juslibol. Nos han enseñado por donde pasaba el Ebro. También nos han enseñado el qué es un galacho. Fuimos a un soto, que es un bosque donde hay un río pegado. También vimos un montón de huellas de zorros, jabalíes, etc. También oímos los cantos de los pájaros. Nos encontramos en el soto con un montón de gente y nos dijeron que había un árbol tremendo. Tenía ocho ramas y el guía nos dijo que tenía aproximadamente cien años. ¡También vimos a un hombre vigilando un ave!
                Cuando salimos del galacho íbamos con muchas piedras por los caminos. Después de un rato fuimos a Monzalbarba. Allí merendamos en una plaza. Muchos chicos compraron algo en un bar y, como tenía tele el bar, nos pusimos a ver Aragón Televisión, pero no pudimos verlo entero.
                Cuando llegamos a Utebo encadenamos las bicis todas juntas y nos fuimos a un bar a cenar, pero tardaban mucho y una chica de tres años vino a jugar con nosotras. ¡Nos lo pasamos genial con ella! Luego cenamos huevo frito, patatas fritas y hamburguesas. ¡Qué rico estaba!
                Más tarde nos enseñaron cómo se usaba el diario. Pusimos el saco en una esterilla y nos preparamos el pijama, los calcetines, etc. Luego nos fuimos a duchar pero nos daba a todas un poco de vergüenza ducharnos todas juntas.
Claudia García.

                Me levanté a las siete menos veinte y llamé a mi madre. Vino a mi cama y le dije que era el día de la excursión. Mi madre me contestó que ya lo sabía.
                Por la mañana me lo he pasado muy bien porque he ido todo el rato con mis amigos. Hemos jugado a juegos y hemos ido al castillo de Miranda. Con un guía llamado Manuel hemos visto tortugas, dos grandes y una pequeña.
                Por la tarde estuve yendo muy tranquilamente por la montaña. Aunque hubo muchas caídas, en general fue bien. Ya en Utebo dejamos las bicis encadenadas. Fue como un “show” porque no llegaba el gancho a la bici.
                Ya por la noche, en el pabellón, primero nos fuimos al vestuario y nos cambiamos de ropa y nos pusimos el pijama. Al cabo de un rato fuimos al gimnasio donde dormimos. Nos acomodamos, nos arropamos y nos echamos a dormir… Pero era imposible. En muy poco rato nos pusimos a hablar. Los padres y profesores nos echaron la bronca. A eso de la una de la mañana me fui al baño y me encontré con Arantxa y una chica que no me acuerdo.
Alba Moratinos

                Llegué al colegio con mucha ilusión y curiosidad por saber qué íbamos a hacer. Empezamos con AragónTV en el colegio y entonces salimos hacia el Galacho de Juslibol. Allí un chico nos guió en el galacho y nos contó cosas muy interesantes que se me han quedado como si fuera el día de mi cumpleaños. Luego fuimos a ver el castillo de Miranda y un amigo, Jorge Muñoz, se puso malo por el camino. Después, nos fuimos a dormir al pabellón de Utebo. Me lo pasé genial cenando en el bar con mis amigos. Después de cenar jugamos con la botella verde de Miguel Ángel que la llamábamos la botella de “fairy”. Luego hicimos el diario y… zzz.
Alejandro Muniesa.

                A las siete de la mañana desayunamos. Fui por el carril bici al colegio para ir a la excursión. Antes de irnos nos entrevistaron en la televisión (Aragón TV). Dimos un par de vueltas por el colegio antes de salir y salimos fuera del colegio para irnos a la excursión a las nueve de la mañana.
                Salimos del colegio hacia el Galacho de Juslibol. Fuimos al lado del río Ebro por un camino con muchas piedras y baches. Alguno se cayó pero yo no. Pasamos por un sendero muy estrecho, con troncos, ramas, cuestas, piedras y muchos baches. Llegamos al galacho, donde salimos en la tele. Entramos en una casa de exposición y nos enseñaron cosas. Luego, nos hicieron una visita guiada al galacho donde nos enseñaron tipos de aves, el álamo, el chopo, los animales invasores y qué hacen con ellos cuando los capturan, porque se comen a los de aquí. Después me he comido un bocadillo de pechugas.
                Después de comer jugamos al juego del pañuelo. Luego salimos a la montaña para ver el paisaje. Volvimos al galacho y fuimos a la montaña del castillo de Miranda con la bici. Llegamos allí, dejamos las bicis y escalamos la montaña. Casi me caigo por el barranco igual que otras personas.
                Por el camino hacia Utebo paramos en un pueblo que se llama Monzalbarba para merendar y comprar cosas en un bar que había. Seguimos el camino hacia Utebo y llegamos al Polideportivo a las siete y cuarto. Dejamos las bicis allí con el candado.
                Después he cenado muy bien un plato combinado. Después hemos jugado a un juego que nos hemos inventado, llamado “fairy”. También hemos jugado al fútbol un buen rato. Luego, llegamos al polideportivo, nos preparamos las cosas, los sacos, nos duchamos, hicimos el diario y nos fuimos a dormir en el gimnasio en los sacos.
Daniel Martínez.


 Martes, 14 de mayo de 2013. Utebo – Alagón.
            ¡¡Y vaya si fue otro día!!
            El lunes fue un día fácil, por el camino, por el tiempo que nos hizo, porque teníamos las fuerzas intactas, porque aún no había agujetas ni “mamitis”. El martes fue diferente, aunque también fue un día para recordar para siempre, intenso, muy satisfactorio por superar las dificultades que fueron surgiendo. También un día precioso por lo que vimos y vivimos.
            Nos teníamos que levantar hacia las siete y cuarto, pero todo el mundo ya estaba despierto a las seis y media. Las primeras luces de la mañana, los ruidos y la mala noche hicieron que no costara mucho despertarse. El proceso de levantarse, asearse, recoger las pertenencias y la bici costó un rato, pero a las ocho y media ya estábamos fuera del pabellón y desayunando.
El plan para después de desayunar, para la mañana del martes, era visitar los sotos de “La Alameda” y “Malforada”, ambos muy cerquita de Utebo. Así pues, cogimos las bicis y emprendimos camino hacia “La Alameda”. El camino fue tranquilo y el soto resultó muy bonito. Allí hay un embarcadero y unas vistas preciosas del Ebro cuando pasa rozando el escarpe. Después de unas cuantas fotos nos fuimos al siguiente soto, “Malforada”. El camino, también, muy bonito. La idea era atravesar el soto, pero estaba bastante embarrado. Esto era un gran problema, porque por la tarde teníamos que pasar por allí camino Alagón, pues el GR-99 pasaba por el soto. Difícilmente se iba a secar en unas horas, más aún con el poco sol que hacía. El no pasar por este soto era una gran pena, pues era uno de los lugares con más encanto del camino que íbamos a hacer en estos días.
Empezamos a almorzar en el soto pero, de repente, se puso a llover. Nos pusimos los chubasqueros, y como dicen los niños “nos fuimos pitando de allí”. Llovía fuerte y llegamos a Utebo bastante mojados. Nos refugiamos en unos porches y allí almorzamos, esperamos, cogimos frío, nos aburrimos, hasta la hora de comer. Las previsiones meteorológicas de Internet eran un poco contradictorias, pero más o menos coincidían que hacia las tres y media dejaría de llover y a las seis empezaría otra vez y no pararía en dos días. ¡Vaya faena! ¡Sólo teníamos dos horitas para llegar a Alagón!
A la hora acordada con Araceli Villalba, la directora del colegio “Artazos”, fuimos al comedor del centro. Gracias a Araceli y al personal del comedor comimos estupendamente. La mayoría de los niños del “Agustina” ya están apuntados al comedor en nuestro colegio, y como la empresa de comidas era la misma en los dos centros, el menú salió gratis.
Después de comer, esperamos un poquito hasta que dejó de llover, y volvimos a “salir pitando”. No podíamos pasar por el soto de “Malforada”, así que se buscó un recorrido alternativo, un camino de tierra paralelo a la autopista. El camino estaba en buenas condiciones pero tenía algunas piedras, algunos charcos y algo de barro. Aún así avanzamos a buen ritmo. Como no era el camino diseñado inicialmente una vez nos equivocamos y cogimos un camino que no tenía salida y que encima estaba hasta arriba de barro. Este fue uno de los momentos más duros de estos días. Psicológicamente les afectó a los chicos. Vieron que había que retroceder, que se había desperdiciado quince minutos de pedalear, de pedalear venciendo al barro. Además, las ruedas y las piernas estaban muy sucias. Se nos acababa el tiempo de “no lluvia” y avanzábamos despacio. Pasamos por una barca con sirgas en Sobradiel y seguidamente llegó el segundo momento duro del día. Atravesando un soto entre Sobradiel y Torres de Berrellén nos encontramos con el camino en condiciones difíciles. Estaba bastante embarrado, a veces un poco cegado por la maleza y, para colmo, nos encontramos con el camino cortado por un árbol caído. En casi todos los diarios de viaje de los chavales es un suceso que aparece. Estábamos cansados, sucios, con miedo a que nos lloviera a mitad de camino, y encima ¡había que sortear un árbol con muchas ramas en mitad del camino! Y si no había suficiente, cuando empezamos a sortearlo con la bicicleta al hombro, nuestras piernas descubrieron que las plantitas verdes que había alrededor… ¡eran ortigas! Salimos como pudimos de allí.
La idea era que después de ese soto teníamos que llegar a la barca de paso de Torres de Berrellén, pero el tiempo apremiaba y además empezaba a llover fuerte. Cogimos un atajo directo al pueblo y no pudimos ver la barca. Una pena, pues merecía la pena verla y comentar “in situ” ciertos aspectos de las barcas de paso y su importancia a lo largo de nuestra historia reciente. Trabajaríamos estos aspectos dos días más tarde, calentitos en la biblioteca de Utebo, pero no fue lo mismo.
Así pues, llegamos a Torres bajo la lluvia y nos refugiamos bajo un estrecho alero del tejado del bar de la plaza. Allí merendamos, descansamos un poco, esperamos a que dejara de llover y emprendimos el camino a Alagón. Fuimos por un camino asfaltado, pasando por delante (pero sin pararnos) de la desembocadura del Jalón en el Ebro. También una pena no haber visto la desembocadura con más tiempo y tranquilidad.
Con la “reserva” llegamos, por fin, a Alagón. Cuando vimos sus casas a lo lejos se gritó como cuando los grumetes avistan “Tieerra”. Final de un recorrido que las condiciones meteorológicas y de los caminos hicieron duro. Llegamos a la Residencia de los Padres Claretianos, un “hotel de curas” como dice alguno. Allí nos establecimos, dejando las bicis guardadas. Las habitaciones eran de doce personas, con literas, así que hicimos dos grupos de chicos y dos grupos de chicas, y nos distribuimos en cuatro dormitorios. Deshicimos nuestras mochilas, preparamos nuestras cosas, nos duchamos y nos dispusimos a ir a cenar. Antes de salir para ir a cenar, y viendo los ánimos decaídos, se hizo una asamblea para decidir si se continuaba el viaje, pues las lluvias iban a seguir y los caminos embarrados también. Uno de los objetivos de la actividad era el disfrutar de ir en bicicleta, y se podía correr el riesgo de que algún niño le cogiera “manía”. También se explicó que el ir en bicicleta consiste también en esforzarse, superar dificultades del camino, conseguir retos, embarrarse, pasar calor y frío,… pero todo esto no es incompatible con el disfrutar. Se decidió el seguir, pues mañana sería otro día, y se quería terminar lo empezado.
Fuimos a cenar y después regresamos al albergue. Dada la dureza del día se perdonó hacer el diario, que se haría al día siguiente.
Las vueltas que da la vida. Las camas eran viejas y los colchones también, pero después del cansancio del día y de la última noche durmiendo en un saco las camas parecían las más cómodas del mundo. Esa noche todo el mundo se durmió enseguida y se descansó mucho. A recordar que Maribel, que había aguantado la fiebre durante dos días, ya no pudo más y se la tuvieron que llevar sus padres a Zaragoza. Se incorporaría otra vez con nosotros el jueves por la tarde, en Juslibol con los Ebronautas.

En sus diarios los chavales dejaron escrito…

Esta noche he dormido fatal en el suelo encima del saco y por eso me ha costado bastante levantarme. Nos acostamos a las dos y media de la madrugada y nos hemos levantado a las siete. Nos hemos vestido y aseado. Después hemos ido a desayunar a un restaurante.
                Por la mañana ha llovido mogollón y por eso el camino estaba embarrado y con piedras y charcos. También hemos ido por caminos muy bonitos con muchas flores y mucha vegetación. A veces, pero muy pocas veces, íbamos por cemento, aunque también allí había bastantes charcos. Al final hemos comido en el comedor de un colegio de Utebo. ¡Qué bien nos lo hemos pasado todos!
                Cuando terminamos de comer en el colegio salimos en cuanto dejó de llover. El camino seguía súper embarrado y no íbamos casi por asfalto pero llovía un poco menos. Cuando íbamos a pasar por encima de un árbol caído me picaron cinco ortigas y me picó “mogollón”. Cuando llegamos al albergue donde íbamos a dormir estábamos todos agotados. Nos duchamos y nos vestimos para ir a cenar al restaurante. ¡Ya habíamos llegado a Alagón!
                Cuando terminamos de cenar volvimos al albergue y nos fuimos a la cama. Hoy he dormido más, de doce y media a siete y media, y en camas con colchones, no en el suelo como la noche anterior. He compartido la habitación con Elisabeth, Elisa, María Ruiz, Alba, Olga, Paula Sánchez, Naiara y Arantxa. ¡Qué bien nos lo hemos pasado!
María Vázquez.

                Hoy nos hemos levantado a las ocho menos cuarto más o menos. Hemos recogido todo. Cuando hemos terminado de recoger nos hemos ido a desayunar. Hemos desayunado un vaso de leche con “colacao” y magdalenas y galletas. ¡Ah!, se me olvidaba. Me encontré con una antigua monitora de comedor súper majísima.
                Por la mañana fuimos a salir de Utebo pero… no os imagináis lo que nos iba a pasar. ¡Empezó a llover! Entonces tuvimos que volver.
                Comimos en el comedor del colegio. La comida era la misma que en nuestro colegio pero… ¡Estaba súper buenísima! ¡Comí en cinco minutos! Y luego…
                Por la tarde, cuando vimos que no llovía, ¡salimos pitando! Fuimos por un camino de piedras gigantescas. Casi todos se cayeron. Yo, por suerte, no me caí a las piedras. También había charcos. Rodrigo, por pasar por el medio, se cayó dentro de un charco y se mojó todos los zapatos. Y para rematar nos confundimos de camino. Luego fui por un camino súper estrecho con zarzas, rocas,…
                Ya en Alagón, cuando terminamos de cenar nos fuimos a jugar un rato. Cuando estuvimos preparados todos nos metimos a la ducha. Yo me quería bañar con bañador. Después no nos queríamos dormir, pero por la mañana tendríamos sueño…
Arantxa Artigas.

                Hoy me he levantado a las siete y media, justo cuando Horacio nos dijo de levantarnos. Dormí como un tronco, aunque de rato en rato, pero al final me quedé dormido. Hoy he desayunado “colacao” con leche. No me gusta mucho pero me lo bebí entero.
                Después del desayuno fuimos a un soto donde la mayoría de las partes estaban embarradas y volví perdido y muy cansado del viaje. Comimos en un comedor. Era pequeño pero tenía tele y proyector. Nos dieron para comer espaguetis, tortilla francesa y una manzana. Me llené muy pronto.
                Después de comer nos dirigimos a Alagón. El camino estaba embarrado y me manché mucho en el trayecto. Antes de llegar a Alagón me empecé a marear. Pero al llegar ví a mis padres y me sentí mejor, pero al entrar me desanimé mucho.
                Cené una ensalada mixta (muy mala) y pizza. Me encontré muy mal con dolor de tripa. Llegué a las habitaciones con literas y me tocó en la cama de abajo pero no nos tapamos con las mantas, usamos los sacos que pusimos encima de la cama.
Carlos Osuna.

                Hoy nos hemos levantado muy pronto, sobre las siete y cincuenta y dos o así. Después nos preparamos y nos fuimos a desayunar. Más tarde nos fuimos a dar un paseo y era un camino de piedras. Después estuvimos en el río Ebro. Empezamos a almorzar y nos empezó a llover y nos tuvimos que ir corriendo al gimnasio de Utebo.
                Después nos fuimos a comer al colegio de Utebo. Nos dieron espaguetis, tortilla francesa, jamón York, lechuga y manzana. Estaba todo muy rico.
                Por la tarde fuimos a Alagón y estaba todo lleno de barro y todos estábamos manchados. Fuimos por un camino y tuvimos que regresar porque nos habíamos equivocado. Encontramos babosas y caracoles. Después nos fuimos por un bosque y había un árbol caído y tuvimos que pasar por encima. Seguimos un poco más y llegamos a Torres de Berrellén. Merendamos y seguimos. Ya quedaba poco, sólo quedaban cinco kilómetros y al llegar se me fue la cadena. Me la pusieron y seguí. Llegamos a Alagón todos juntos.
                Al llegar nos dimos una ducha y nos preparamos para ir a cenar. Paula Polo se puso a llorar y no me decía qué le pasaba. Después nos fuimos a cenar y nos pusieron unos platos enormes. Al final nos fuimos a dormir y me quedé frita.
Nerea Blanco.

                Nos levantamos en Utebo muy pronto para poder hacerlo todo. Después me aseé para poder desayunar. Al terminar de asearme nos fuimos a un bar para desayunar. La comida me gustó mucho. Luego nos pusimos en marcha para salir.    
                Cuando salimos de Utebo fuimos a unos bosques pero se nos echó a llover y tuvimos que volver a Utebo. Al llegar a Utebo ya era la hora de comer, así que comimos en el comedor del colegio Artazos. ¡Qué buena estaba la comida!
                Por la tarde llegamos a Sobradiel. Allí había un camino de barro y fue muy difícil cruzarlo. También hubo un árbol caído y tuvimos que pasarlo por encima. Tras un rato llegamos a Torres para merendar. Cuando salimos de allí había un puente y al lado el río Ebro. Poco después llegamos a Alagón y allí vimos nuestras camas. Después fuimos a un bar.
                En Alagón fuimos a cenar a un bar. Cuando terminamos de cenar Maribel se puso mala y se tuvo que ir. Dormí en literas con mi grupo de chicas. ¡Fue un día que nunca olvidaré!
Mercedes Romanos.
                Muy pronto nos fuimos a un restaurante a desayunar. El desayuno estaba muy rico y me puse mucho “colacao” con galletas y magdalenas. Nos fuimos a jugar un poco. Luego fuimos a comer a un colegio al lado del pabellón. Nos divertimos mucho.
                Durante la mañana se puso a llover. Nos pusimos el chubasquero y empezamos el camino a Alagón. Había mucho barro pero no nos detuvimos. El viaje fue largo y duro pero a la vez divertido. Pasamos por un soto y fuimos a un pueblo, al pueblo donde vamos a dormir. Después fuimos a cenar en un restaurante y la cena estaba deliciosa. Nos fuimos a jugar un poco en el pasillo del restaurante y nos fuimos a la casa donde íbamos a dormir.
                Al final del día nos duchamos y nos pusimos a jugar a las tinieblas un rato. Luego nos fuimos a dormir a las literas. Eran muy viejas y se caían para un lado.
Judith Perales.

                Nos hemos levantado muy pronto. Me he cambiado de ropa y nos hemos ido a desayunar a un bar de Utebo. Después de terminar nos fuimos a un soto. Cuando íbamos a volver a Utebo empezó a llover pero lo superamos y volvimos a Utebo para comer en el comedor.
                Cuando terminamos de comer salimos disparados porque llovía. Esperamos en un bar y cuando terminó de llover salimos hacia Alagón. Los caminos estaban llenos de barro. En un camino había un árbol tirado en el suelo. A mí me ha costado mucho pasar el árbol porque la bici se me quedaba enganchada en el tronco.
                Por la noche fuimos a un bar en Alagón, donde nos sirvieron mucha comida. ¡La ensalada era muy grande y pedazo de pizza!
En el albergue las hamacas son muy ruidosas pero había una gran diferencia con Utebo.
Asier Navarro.

                Por la mañana fui a reunirme con los demás. Nos pusimos de camino y las ruedas se pusieron de barro. Había un árbol caído con zarzas alrededor. ¡Y todo eso mientras llovía! Fue penoso. Me caí varias veces pero no fue muy doloroso.
                Por la noche cenamos pizza y dormimos en una escuela de curas.
Jorge Muñoz.

                Hoy me desperté con mucha emoción. Había dormido genial, pero… ¡Ay de mí! Había roncado durante la noche y las burlas no pararon. Fuimos a desayunar a un bar… ¡Y qué risas compartí con mis amigos! ¡En el desayuno todo fueron chistes!
                Después del desayuno fuimos a un soto (bosque de ribera). ¡Las ramas me hacían cosquillas! Después de visitar el soto (muy frondoso, por cierto) fuimos a comer al comedor del colegio de Utebo. Como era la misma compañía que la de nuestro comedor pensamos que la comida era mala (pues no me gusta mucho) pero al final me encantó ese comedor. ¡Quiero volver a comer allí!
                Después de comer nos dirigimos hacia Alagón. En el camino empezó a llover y a embarrarse todo. Cogimos un camino de tierra. Estaba tan embarrado que tuvimos que regresar. Luego fuimos por el asfalto y había un montón de babosas. Cambiaron a uno de tierra de nuevo y nos encontramos con un árbol caído… ¡¡¡Tuvimos que pasar las bicis por encima entre ortigas!!!
                Ya en Alagón cenamos pizza y ensalada de pasta. Luego, fuimos a un albergue a dormir, pero las habitaciones… ¡¡¡Eran de doce personas!!! Tuvimos que hacer cuatro grupos gigantes, dos de chicos y dos de chicas. Después nos dormimos muy bien.
Rodrigo León.

                Hoy me he levantado algo dormido pero preparándome las cosas. Salí a la calle, a un bar, a desayunar leche con galletas. Aunque no me gusta mucho me lo comí. Después salimos a jugar.
                Después del desayuno fuimos a un soto donde todos los caminos estaban embarrados y salí sucísimo. Luego comimos en el comedor de un colegio: espaguetis, tortilla y de postre manzana. El comedor tenía de todo: proyector, televisión,…
                Después de comer emprendimos la marcha a las tres y cuarto a Alagón. El camino estaba también embarrado y acabamos todos llenos de barro. Incluso a algunos compañeros no les iban las marchas de la bicicleta. Cuando acabamos el viaje a Alagón nos alojamos en una residencia y cenamos patatas fritas con huevo, hamburguesa, ensalada y de postre un “danone”.
                Después de cenar dormimos en literas en la residencia. Hicimos una reunión. Había cuatro grupos para dormir y pronto nos dormimos.
Miguel Ángel Medina.

                He dormido un poco mal porque no tenía almohada, aunque tenía las esterillas dormí un poco mal. Al despertar me dolía un poco el cuello. Luego todos nos fuimos a lavar los dientes… Me preparé la ropa para bajar a desayunar, donde nos dieron leche con “colacao”…
                Por la mañana intentamos ir a Alagón pero no pudimos porque empezó a llover y estaba embarrado. He aprendido lo que era un soto y un galacho y hacía un tiempo muy agradable. Comimos en un comedor de un colegio. El colegio me gustó mucho.
                A las tres de la tarde fuimos a Alagón. Había muchos caracoles y estaba el camino lleno de barro. Luego, cuando llegamos al albergue, me preparé para bajar a cenar.
                Vamos a dormir en un albergue que está muy bien. Yo dormiré en la cama de arriba con el saco de dormir.
Jorge Rasal.

                Esta noche he ido al baño. Luego, cuando me he despertado, ya me he ido a cambiar y a asear. Luego nos hemos ido a desayunar y después hemos jugado. Más tarde nos fuimos a dos sotos.
                En los sotos vimos cosas muy chulas. Un soto se llamaba “Malforada” y el otro “Alameda”. Cuando íbamos en bici empezó a llover. Entonces nos tuvimos que ir a un porche. Allí estuve jugando con mis amigos al “pilla-pilla” y muchas cosas más. Cuando nos íbamos empecé a jugar al “uno” pero lo pude acabar y… ¡gané! Luego ya nos fuimos a comer a un colegio de Utebo. Comí espaguetis, tortilla francesa y manzana. Estaba muy rico. Después nos fuimos a Alagón.
                Cuando íbamos hacia Alagón nos llevaron por un camino embarrado. Pero como estaba embarrado nos tuvimos que ir por otro camino. Por culpa del barro ¡me cansé mucho! Luego nos fuimos a parar en Sobradiel. En Sobradiel estuvimos cerca del Ebro. Como había un mapa lo miré y faltaba el triple de camino. Después paramos en Torres de Berrellén pero enseguida reanudamos la marcha. Por el camino, cuando salíamos de Torres, tuvimos que saltar un árbol que se había caído. También me siguió una oveja. ¡¡Por fin ya llegamos a Alagón!! Como era muy tarde nos fuimos a cenar pero yo me eché a llorar porque quería dormir con mi padre y como estaba triste no cené.
                Cuando acabé de cenar ya se me pasó y al final dormí con mi padre en una cama que estaba debajo del todo de la casa.
Paula Polo.

                A las siete y media nos despertamos. Yo había dormido fatal por culpa de los ruidos. Fuimos al bar a desayunar. Desayunamos y cogimos las bicicletas.
                Fuimos por un camino muy resbaladizo a un soto donde el camino estaba muy complicado, a “La Alameda”, y después a otro más. Después volvimos. Cuando ya volvíamos empezó a caer un chaparrón. Estábamos totalmente mojados. Entonces fuimos más rápidos para no mojarnos. Yo casi me mato por un agujero que había. Llegamos todos con mogollón de hambre y yo el que más. Estábamos jugando al “uno” hasta que trajeron la comida. ¡Yo gané una partida!
                Acabamos de comer y seguía lloviendo. Entonces seguimos jugando al “uno” (qué pena, no gané ninguna partida). Acabó de llover, cogimos las bicicletas y yo estaba todo el rato mirando las nubes negras. Salimos, teníamos que bajarnos de las bicicletas porque había un puente subterráneo inundado. Yo casi me meto un tortazo. Todos cansados tuvimos que ir por una senda de árboles enormes y además un árbol cubría el camino. Intenté pasarlo pero me quedé allí de cansancio hasta que vino mi padre. Después de un rato todos cansados y soñando de que llegaríamos hasta que llegamos.
                Después de cenar estuvimos jugando al fútbol pero yo estaba con los ojos abiertos-cerrados abiertos-cerrados. Cenamos, acabamos y cuando íbamos hacia el albergue había caracoles por el suelo. Nos cambiamos y nos dormimos.
Pablo Muñoz.

                Me he despertado en Utebo, un poco cansado, porque ayer no dormí muy bien en el suelo. No estoy acostumbrado. Cuando nos hemos levantado hemos metido los sacos, nos hemos lavado los dientes y nos hemos organizado. Fuimos a un bar en una plaza. ¡El desayuno estaba buenísimo! Para mí ha sido muy divertida la mañana.
                Un rato después de desayunar fuimos a dos sotos, el de la Alameda y el de Malforada. Más tarde fuimos a Alagón pero no pudimos por culpa de la lluvia. Tuvimos que estar un rato en el bar donde hemos desayunado. Cuando dejó de llover nos fuimos corriendo al colegio de al lado donde va Juan. Comimos allí. Tenían en el comedor tele, proyector y buenos cubiertos. Menos mal que la comida estaba en condiciones.
                Por la tarde nos fuimos hasta Alagón. El camino estaba lleno de barro. ¡Me cansé el doble! Nos equivocamos alguna vez de camino pero llegamos bien. Se me manchó todo, desde la cabeza hasta la bici. Menos mal que lo primero que hicimos fue ducharnos porque si no… Bueno, en el hotel nos distribuimos por la habitación de diez personas. En la nuestra estábamos siete personas más un padre. Bajamos a cenar.
                Nos íbamos a cenar a un bar en el que nos pusieron una ensalada monumental con macarrones incluidos, de segundo una pizza. No me la pude acabar. A Carlos le dolía la tripa y a mí la cabeza porque no hacían más que dar golpes a la mesa y ponerse a gritar todo el rato. ¡Qué horror!
Sergio Val.

                El martes he dormido fatal en el suelo porque no era cómodo. Me levanté fatal y muy cansada. Luego nos fuimos a vestirnos y a peinar… Después fuimos a desayunar al bar y nos reímos mucho.
                Por la mañana fuimos a ver sotos y en el segundo soto empezó a llover y nos tuvimos que ir rápidamente al pabellón. Luego nos fuimos a comer al colegio de al lado. Era una comida rica.
                Después de comer nos fuimos a Alagón. Fuimos por un camino lleno de barro y acabamos todos embarrados. Primero pasamos por Sobradiel. Para ir a Torres de Berrellén fuimos por un soto. Por el soto tuvimos que pasar un árbol. Después del árbol estuvimos un poco más en bici y llegamos a Torres. Allí paramos a merendar y después llegamos a Alagón. Cuando llegamos lo que hicimos fue prepararnos todo y ducharnos.
                Fuimos a cenar y me reí mucho porque Olga no paraba de hacer tonterías. Cuando llegamos a la habitación nos lavamos los dientes, nos pusimos el pijama y jugamos un rato a las “tinieblas”.
Después de jugar, yo dormí con María Ruiz.
Naiara Pomar.

                Cuando me eché a dormir era tarde, la verdad. No hemos dormido muy bien porque dormíamos en el suelo. Nos hemos levantado a las siete menos cinco. Hemos tenido que recoger todo y bajar corriendo para desayunar. Desayunamos en un bar de Utebo que estaba en una plaza de allí.
                Después de desayunar nos fuimos a unos sotos que están cerca de Utebo. Yo iba con muchas ganas pero al final me cansé. Cuando, por fin, llegamos al embarcadero me dí cuenta de que era muy bonito y que tanto esfuerzo y caminos de piedra merecían la pena. Después nos sentamos en unas mesas en el soto y almorzamos. Como empezó a llover nos tuvimos que ir corriendo a unos porches de allí cerca y, por fin, llegamos al colegio donde íbamos a comer.
                Por la tarde reanudamos la marcha después de comer para llegar a nuestro destino: Alagón. Fue agotador porque al principio del viaje nos equivocamos y acabamos todos agotados. Aún así fue divertido. Ahora sí Horacio encontró el camino correcto. Había un montón de caracoles y babosas. Paramos en Torres de Berrellén para merendar. Había una cola para coger el bocata… Pufff. Ya, por fin, salimos de Torres y nos fuimos a Alagón. Tuvimos que subir unas cuantas cuestas pero lo conseguí. Había un árbol caído en el camino. Creo que los de quinto lo hemos hecho muy bien. Al fin llegamos a Alagón, lo estaba deseando, estoy agotada.
                Después de llegar a Alagón dejamos las bicis en un albergue de curas y nos fuimos a cenar. La comida estaba muy buena. Todos acabamos agotadísimos y cansados, aún así nos los comimos todo muy bien. Después nos fuimos a la cama pero antes jugamos un rato a las “tinieblas”.
Elisa Piquer.

                Desayuné en un bar con mis compañeros. Desayunamos galletas, un vaso de leche,… Yo dormí más o menos unas cinco horas y media. Nos aseamos todos los dientes.
                Por la mañana jugué un poco con mis compañeros. ¡Nos lo pasamos genial! Después teníamos un montón de hambre. Horacio y la madre de Asier tuvieron que comer en un bar para acompañarnos donde íbamos a comer, en un colegio de Utebo. ¡La comida estaba riquísima, muy caliente! Después jugamos de nuevo.
                Más tarde nos fuimos a Alagón, pero había un montón de barro y también llovía muchísimo. ¡Nos pusimos perdidos! En Torres de Berrellén merendamos. ¡Algunos que yo ví se comieron por lo menos tres gofres, qué suerte! Después quedaban más o menos tres kilómetros. Yo estaba agotada, casi ni puedo llegar a Alagón. ¡¡Llegamos agotados!!
                Llegamos a un sitio donde podíamos dormir. Yo tenía un montón de ganas de dormir, pero antes jugamos un poco. ¡Qué carcajadas nos metimos! Después nos acomodamos y nos duchamos de dos en dos, pero yo que tenía mucha vergüenza me duché sola. Las habitaciones eran de seis, ocho, nueve,… En el pasillo las de al lado no paraban de correr. Maribel se tuvo que ir a su casa porque le dolía la tripa. ¡Ese día me lo pasé genial!
Claudia García.

                Hoy nos hemos levantado muy pronto. Ha sido raro porque hemos desayunado en un restaurante. Después de desayunar desencadenamos las bicicletas.
                Por la mañana fuimos a unos preciosos sotos que se llamaban Malforada y Alameda. Nosotros tuvimos que comer en un colegio de Utebo. Comimos muy bien, casi como en un
restaurante. Hasta nos encontramos con una profesora que nos daba clase en tercero de Infantil.
                Por la tarde emprendimos la marcha con muchas ganas, pero eso duró poco cuando nos metimos en unos barrizales. Acabamos todos con unas ruedas que parecían ruedas de “Monster Jam”. Cuando llevábamos una hora ya estábamos muertos pero, a pesar de todo, llegamos enteros al monasterio de los curas.
                Al final del día fuimos a cenar a un restaurante donde nos puso un platazo gigante de ensalada, pizza y manzana. Me puse un poco triste y lloré por mis padres. Al final jugamos a las “tinieblas” media hora y nos dormimos plácidamente.
David Sobreviela.

                Nos levantamos muy cansados porque habíamos dormido todos un poco mal. Desayunamos en el bar. Después jugamos un poco al lado del bar. Más tarde salimos de la plaza y nos volvimos al polideportivo a por las mochilas grandes para recoger las cosas dentro de ellas y para recoger la mochila grande para dejarla donde los padres. Después se la llevarán.
                Por la mañana hemos ido con la bicicleta a visitar y conocer más cosas sobre dos sotos más. Uno es la “Malforada” y el otro “la Alameda”. Me he encontrado bien pero la mayoría de la gente estaba mala hoy y nos ha llovido mucho. Nos ha hecho mal tiempo aunque no se estaba tan mal.
                Después de comer, a las tres menos cuarto, hemos emprendido la marcha hacia Alagón, porque aún estábamos en Utebo. Para llegar hasta Alagón pasamos dos pueblos (Sobradiel y Torres de Berrellén). El camino por donde fuimos a los dos sotos no me gustó mucho. Estaba lleno de piedras y con muchos charcos y barro. Hemos aprendido aún más cosas. El camino se interrumpió un poco de tiempo porque un árbol se había caído.
                Nos alojamos esa noche en un albergue de curas de Alagón. Había literas y dormimos doce personas en una habitación. Nos separaron en cuatro habitaciones, dos de chicos y dos de chicas, de doce personas cada una. Y por último nos dormimos a las doce de la noche.
Susana Gracia.

                A las siete menos diez nos levantamos en Utebo en el pabellón. Yo había dormido poco y no muy bien. Cuando nos habíamos aseado y preparado las maletas salimos a la calle hacia el bar para tomar el desayuno, leche con galletas y croasanes. Como mis compañeros no querían los croasanes los cogí yo.
                Entonces salimos a ver dos sotos, que son bosques de ribera. Allí había mucho barro. Yo y mis amigos nos metimos entre unos árboles y salimos por otro sitio. En otro soto empezó a llover y nos fuimos a los porches del bar. Allí estuvimos esperando y jugando hasta que paró. Y entonces fuimos a comer al colegio de Utebo.
                Después de comer esperamos un momento oportuno para salir, porque llovía. Entonces salimos. Por el camino no llovió. Nos cansamos por las piedras y el barro. Paramos en Sobradiel, donde iban a sacar las vacas. También en Torres de Berrellén. Allí merendamos. Después llegamos a Alagón, dejamos las bicis, organizamos las habitaciones, nos pusimos con nuestros amigos y nos fuimos a cenar.
                Cenamos en un bar. Había ensalada y pizza. La ensalada no me la comí entera. Después de cenar jugamos al “uno” los de mi mesa. Nos fuimos a donde íbamos a dormir, a los Padres Claretianos. Antes de dormir jugamos a “tinieblas”, el escondite a oscuras.
César Miravete.

Hoy nos levantamos a las siete de la mañana después de pasar una noche malísima. Luego fuimos a desayunar con todos mis compañeros. ¡Qué cansancio!
                Al salir con la bici nos dirigimos a dos sotos. Había muchas piedras, hubo caídas pero fue muy divertido. Nos empezó a caer un chaparrón, y entonces tuvimos que volver al colegio a comer.
                Después de comer salimos pitando hacia Alagón porque llovía mucho. Fuimos por un camino de piedras en el que la gente se cayó. Luego nos encontramos muchos obstáculos como un árbol, ortigas,… Al final llegamos a un hotel de curas.
                Al llegar allí fuimos a nuestra habitación y a ducharnos porque estábamos llenos de barro. Luego fuimos a cenar a un bar.
                En la cama jugamos a las tinieblas, un juego muy divertido. ¡Qué bien he dormido!
Tomás Gros.

Yo por la noche he dormido muy bien, ya que he sido el primero en dormirme. Me he despertado con fuerzas y ganas para el viaje. Antes de desayunar me preparé la mochila y me la organicé. Luego fuimos a desayunar y pusieron galletas y croasanes.
Después de desayunar volvimos al pabellón, cogimos las bicis y fuimos a dos sotos. En el primer soto vimos un embarcadero. Desde el embarcadero había vistas preciosas del río Ebro. Cuando ya vimos el embarcadero nos dirigimos al segundo soto y en una parte estaba embarrado y dimos media vuelta. Había un mini-camping donde almorzamos. De repente empezó a llover y tuvimos que volver a un porche donde estuvimos jugando y esperando a que nos dijeran dónde comer.
Nunca adivinaríais donde comimos. ¡En el comedor del colegio de Utebo! Después de comer emprendimos la marcha hacia Alagón. El terreno estaba embarrado y lleno de piedras. Al primer pueblo que fuimos fue a Sobradiel, lo pasamos de largo y fuimos por un terreno muy malo. Pillamos un desvío donde había un árbol caído y lo tuvimos que pasar cogiendo las bicis. ¡También había ortigas! También vimos un rebaño de ovejas. Hasta que llegamos a Alagón.
Al fin divisamos nuestro albergue. En el albergue había un montón de grietas, pero por dentro estaba bien. Dejamos las bicis en una habitación. Luego elegimos nuestra habitación. ¡Había colchones! Después nos duchamos, y ¡qué risas! Luego fuimos a cenar. Volvimos a la casa, jugamos y cuando fue más tarde, nos fuimos a la cama.
Daniel Navarro.
A las 7:15 me levanté y me cambié de ropa. Cogí mi neceser para lavarme los dientes y la cara. Nos fuimos a un bar a desayunar. Después nos fuimos a un soto muy bonito pero a la vuelta nos pilló la lluvia de camino. Nos refugiamos en el porche de un bar para pasar el rato.
                Después de llegar nos fuimos a comer al colegio. Al acabar nos pusimos camino a Alagón. Por la lluvia fue un día agotador. Yo casi no podía con mi alma. Nuestras bicis estaban hasta arriba de barro. Llegamos a una cuesta y allí estaba Alagón.
                Llegamos a un piso bastante roto. Nos fuimos a nuestras habitaciones y luego a ducharnos. Después fuimos a cenar. Nos tomamos los postres y a la calle. Después a dormir.
Valentín Ursu.

Hoy nos hemos levantado a las siete de la mañana y hemos tardado mucho en recoger y asearnos. Como después teníamos mucha hambre nos hemos ido a desayunar al bar. Nos reímos mucho mientras desayunamos. Al terminar salimos a la calle con las bicis para ver unos sotos. Por el camino había mucha vegetación. Volvimos cuando era la hora de comer.
Comimos en el colegio de Utebo, con los niños de allí. Al terminar emprendimos viaje hacia Alagón. De camino había muchos insectos que se te metían en los ojos. ¡Eran muy molestos! También, como había llovido un rato, nos pringamos de barro. A rato tuvimos dificultades en el camino porque árboles se habían caído en el medio y no podíamos pasar. ¡Llegamos bien pero cansados!
Cuando ya teníamos la tripa llena de cenar nos fuimos al albergue donde nos alojamos para organizar todo y ponernos el pijama. Estuvimos hablando un rato, pero al final nos pudimos dormir.
María Ruiz.

                Esta noche he dormido muy mal porque el suelo estaba duro. No me ha costado nada cambiarme porque lo tenía todo preparado. Me ha costado mucho recoger porque el saco era muy grande. A continuación hemos ido a desayunar a un bar y me lo he pasado muy bien porque Sergio estaba haciendo el tonto.
                Cuando hemos terminado de desayunar nos hemos ido a un soto. No había tanto barro como yo creía. Cuando llegamos vimos el paisaje y fuimos algunos niños a un camino, pero se terminó y no pudimos seguir. De pronto empezó a llover mucho y nos fuimos a un bar para secarnos un poco. Cuando paró de llover nos fuimos a comer al colegio de Utebo. La comida estaba muy buena. Me encontré en el comedor a una señorita antigua que se llama María José.
                Cuando terminamos de comer nos fuimos “pitando” a Alagón. El camino era muy muy divertido pero me cansé mucho porque me dolía el culo y las piernas. Durante un rato estuve con Sergio. Había muchas piedras y mucho barro. Llegamos a un soto en donde había un árbol caído y los padres nos ayudaron a saltarlo. Luego me picaron las ortigas. También nos encontramos con ovejas. Al final llegamos a Alagón. En el camino me llené de barro y polvo.
                En Alagón cenamos. Me lo pasé muy bien. Llegamos a las habitaciones y busqué una cama y puse el saco. Me puse el pijama y jugamos a “las tinieblas”. Luego me tapé y me dormí.
Olga Losilla.

                Hoy día 14 nos hemos despertado en Utebo. Hemos dormido mal por la incomodidad de los sacos encima de los tatamis. Nos quitamos los pijamas y luego nos fuimos a lavar la cara, dientes y manos. También nos peinamos. Más tarde me fui a desayunar magdalenas, leche con cola-cao y croissant.
                Una vez desayunados cogimos la bici y nos fuimos a ver un soto y el río Ebro, pero pasaron dos cosas. Había muchos baches y con la lluvia cansaba un montón. En ese lugar nos metimos dentro de un “mini túnel” con muchos árboles pero no pudimos salir por culpa del barro.
                Comimos en el colegio de al lado del polideportivo. Una vez hecha la digestión llovió y nos fuimos directamente al bar que hay enfrente del polideportivo y esperamos a que parara de llover. Después continuamos por sitios duros como árboles tirados en el camino, hasta llegar a Alagón.
                Cenamos en un restaurante al lado de nuestro albergue pero hubo gente que ese día se echó a llorar por sus padres. Dormimos en colchones plácidamente.
Paula Sánchez.

                Nos levantamos y fuimos a desayunar a un restaurante en el que me lo pasé genial compartiendo risas con mis amigos. Al cabo de un rato emprendimos el camino a Alagón. Lo pasé fatal porque me cansé mucho y además Horacio iba muy rápido y casi nadie podía ir a su marcha. Al cabo de un rato empezó a llover y me mojé un montón. La gente también se mojó mucho. Con tanto barro las bicis casi no funcionaban y las ruedas se embarraban tanto que casi no rodaban. Nos llovió mucho y las bicis seguían embarradas.
                Hasta que llegamos a Alagón el camino se nos hizo eterno. Acabamos que no podíamos ni con nuestra alma. ¡Ufff, qué cansancio! Cuando llegamos nos alojamos cada uno en nuestras habitaciones y ¡mira que nos costó rato elegir las camas donde dormiríamos!
                Después de cenar subimos a las habitaciones y fuimos a los baños a jugar y a acompañar. Al cabo de un rato jugamos a las “tinieblas”. La verdad es que me lo pasé muy bien pero… ¡estaba muerta de sueño!
Alba Moratinos

                Me levanté con mucha fuerza para ir a Alagón. Desayunamos en el bar donde cenamos y nos pusimos en marcha. Pasamos dos ó tres pueblos y nos llovió. Pasamos muchos obstáculos por el camino y al fin llegamos a Alagón. Era una residencia vieja y allí nos aseamos, nos preparamos todo y nos fuimos a cenar. Cuando acabamos de cenar nos fuimos a dormir. En mi habitación jugamos al “uno” y a las “tinieblas” y nos lo pasamos genial.
Alejandro Muniesa.

                Nos levantamos a las seis y media de la mañana en Utebo en un polideportivo. Yo no había dormido nada por culpa de los trenes, la gente estaba hablando, etc. Desayunamos en un bar croasanes, galletas y leche caliente con colacao. Luego fuimos a coger las bicis al polideportivo para ir a dos sotos, llamados “Alameda” y “Malforada”. Nos manchamos mucho de barro y llovió mucho. Por eso nos mojamos. Pasamos por el túnel y el camino tenía muchos baches y muchas piedras. Empezó a llover en el camino de vuelta y nos refugiamos en los porches del bar. Cuando paró de llover fuimos corriendo al colegio de Utebo a comer.
                Cuando salimos del comedor, como estaba lloviendo, volvimos al bar para refugiarnos. Sobre las tres de la tarde paró de llover y emprendimos la marcha a Alagón. En el camino había mucho barro, nos pilló la lluvia, encontramos un árbol tirado en el suelo y tuvimos que pasar por encima de él. También vimos un rebaño de ovejas que casi nos tiran al suelo. Cuando llegamos a Alagón subimos una cuesta muy grande y Carlos se mareó. Dejamos las bicis en el apartamento.
                Yo cené, excepto la ensalada, bastante (la pizza me gusta mucho). Cuando terminamos de cenar a Carlos le dolía la tripa del cansancio y yo no sentía las piernas. Como estábamos muy cansados nos fuimos del bar antes de lo previsto. Nos duchamos, nos preparamos la mochila y nos fuimos a la cama. Dormimos en literas, en habitaciones de doce personas.
Daniel Martínez.


Miércoles, 15 de mayo de 2013. Alagón – Utebo.
            ¡Otro día más! El tercero. Las tareas a realizar diariamente se iban convirtiendo en rutinas, y cada vez las cosas eran más fáciles. Despertarnos, levantarnos, asearnos, organizar nuestras cosas, ir a desayunar. Todo se hacía más fluido.
            Los ánimos estaban mucho mejor después de haber descansado bien. Además parecía que no iba a llover. Y los chicos estaban deseando encontrarse con los del colegio “Aragón” de Alagón y pasar la mañana juntos.  Cogimos nuestras bicis y fuimos al colegio. La Directora, Esther Vidal, y algunos padres y madres del AMPA lo habían preparado todo. Gracias a ellos fue un día inolvidable. Les debemos el recibirles en nuestro colegio con tanta generosidad y amabilidad como ellos lo ha hecho con nosotros. Será para el año que viene.
Nosotros éramos unos cuarenta y ellos otros tantos, así que formamos un caravana de bicicletas como si fuera el “pelotón” de la Vuelta a España. La policía nos escoltó hasta el “Caracol”, que es un paraje precioso a unos ocho kilómetros de Alagón, donde se juntan el Canal Imperial de Aragón y el Jalón. El camino fue bastante tranquilo, no llovía pero hacía viento y algo de frío. A la llegada los padres y madres de Alagón nos prepararon un almuerzo estupendo, con pasteles, bizcochos y otras delicias hechas por las familias. Después de este estupendo almuerzo los alumnos de ambos colegios realizaron una serie de juegos para ir conociéndose. Al terminar hubo un rato libre hasta la hora de la comida.
            Las previsiones meteorológicas seguían atormentándonos, nunca mejor dicho. Volvían a prever que empezaría a llover a las seis de la tarde y que estaría lloviendo hasta el día siguiente, así que si terminábamos de comer a las tres dispondríamos de sólo tres horas para volver a Utebo. Les pedimos a los de Alagón comer pronto, pues teníamos, otra vez más, que “salir pitando”. Después de la comida volvimos a hacer una asamblea, con la idea de que ningún niño le cogiera “aversión” a la bicicleta. Se les explicó que el camino estaría otra vez embarrado, que sería duro volver a Utebo, que podía llover ó hacer viendo durante el camino. Se intentaría volver por caminos más cortos, preferiblemente asfaltados, pero que aún así supondría un esfuerzo. Por tanto, se les ofrecía la posibilidad de que quien quisiera pudiera volver a Utebo en coche. Después de un período de debate y reflexión, los chicos decidieron. La mayoría quiso continuar, “habían llegado hasta aquí en bicicleta y querían volver también en bicicleta, para eso se habían apuntado a la actividad”. Cinco chicos, por diversas dolencias (esguince de tobillo, dolor de espalda, dolor de cabeza), volvieron a Utebo en coche, pero con la firme intención de recuperar fuerzas para al día siguiente volver a coger la bici.
            Dejamos pues en el “Caracol” a los que iban a volver en coche. Nos despedimos de los chicos, padres y profesores de Alagón, y cogimos las bicis para volver a Utebo. Hasta Alagón nos volvió a acompañar la Policía. Durante el camino sólo nos llovió media hora. A partir de ahí todo empezó a ir mejor. Los caminos que encontramos eran unos atajos muy buenos, y la mayoría estaban asfaltados. Así que, casi sin enterarnos, llegamos a Utebo. ¡La vuelta había sido mucho más fácil y cómoda que la ida! En Utebo nos encontramos con los chicos que habían ido en coche. Los ánimos estaban ahora muy bien. Habíamos pasado el día sin excesivas dificultades y estábamos relativamente descansados. El camino del día siguiente de vuelta a Zaragoza era fácil y cómodo y nos esperaba la guinda, la sorpresa final.
            Habíamos llegado pronto a Utebo, así que teníamos tiempo para escribir el diario de hoy y de ayer. Nos fuimos a la ludoteca, donde otra vez más nos trataron con mucha amabilidad. Nos dejaron una sala amplia donde estuvimos unas dos horas escribiendo. Después fuimos a cenar.
            Habitualmente, a lo largo de estos días, las familias podían incorporarse en cualquier momento, pudiendo hacer con nosotros el trayecto que quisieran, venir a desayunar ó cenar con sus hijos en el sitio que estuviéramos. Y así lo hicieron. Había padres ó madres que venían a ayudar en el momento de la ducha, a cenar y pasar un ratito de noche, a desayunar, etc. Sin embargo, a la cena del miércoles, vinieron muchísimos, también llevaron a algunos de sus hermanos pequeños. Querían ver qué tal habían aguantado estos dos días duros, animarles para el día final, agradecerles el esfuerzo realizado. La estampa del bar era impresionante, más de setenta personas de la “familia del Agustina de Aragón”.
            Después de la cena volvimos al Pabellón Municipal, al mismo donde habíamos estado el lunes. Allí nos establecimos, nos duchamos, pasamos un rato de estar hablando con los amigos y nos dispusimos a dormir. Esta noche no fue tan mala como la primera. Seguíamos durmiendo en sacos, los trenes pasaban, se seguían oyendo ronquidos, pero ya habíamos hecho “callo”, nos habíamos curtido, habíamos aprendido a adaptarnos a las circunstancias de todo tipo. Ahora ya no nos importaba el frío, la lluvia, el calor, las agujetas y el cansancio. Todo el mundo había aprendido que para no pasarlo mal al día siguiente había que descansar la noche anterior.

Ahí van los relatos…

La verdad es que he dormido muy bien en estas literas de Alagón. Eran muy cómodas. Nos hemos ido a desayunar a un restaurante y a mis amigos les parecía un poco raro que yo tomara cuajada para desayunar.
                Después de desayunar estuvimos un poco en la “casa” de Alagón y después bajamos a que unos niños de un colegio de Alagón nos acompañaran a un refugio. Cuando llegamos nos lo pasamos genial jugando con ellos. Hubo un chico que pensábamos que nos iba a caer fatal pero resulta que al final fue majísimo y muy divertido.
Nos invitaron a mucha repostería y… estaba buenísimo. Fueron muy amables con nosotros. Me lo pasé genial.
                Por la tarde nos dirigimos a Utebo. El camino se nos hizo muy corto porque esta vez fuimos por otro sitio. Fuimos por asfalto, por carretera. Muy poquito por “montaña”, pero muy poco.
                Al final del día me duché y sin querer me mojé el pelo y luego tuve que secármelo con… ¡un secador de manos en el baño! Después me puse a buscar al padre de Olga para que me diera jarabe. Y aquí estoy escribiendo este diario.
Alba Moratinos.

                Nos hemos levantado y nos ha costado un montón prepararlo todo. Horacio vino unas veinte veces dándonos prisa. Al final hemos bajado y allí hemos hablado un poco. Ya de allí hemos ido al bar.
                Por la mañana hemos ido con el colegio de Alagón en bici hasta el “Caracol”. Allí algunos han discutido con los otros pero al final nos hemos hecho amigos. Y de allí hemos empezado el camino de vuelta.
                El camino era mejor. Óscar, el padre de Pablo, me estaba todo el rato diciéndome que era la mejor y me merecía ir la primera cuando llegáramos a Utebo. Creo que Óscar le ha dicho a Horacio que fuera la primera. Horacio, antes de entrar a Utebo, me ha dicho que me pusiera la primera.
                Después de cenar hemos jugado un rato al fútbol y otros al “pilla-pilla”.
Arantxa Artigas.

                Me he levantado a las siete y cuarto, justo cuando dijo Horacio. He desayunado “colacao” y una magdalena. Preparamos las mochilas que dejamos abajo.
                Por la mañana fuimos a un parque con otros niños de un colegio de Alagón. Jugamos y les ganamos a los otros niños. Allí había un campo de fútbol donde jugamos un partido contra ellos. Comimos salchichas en un bocata. Estaba buenísimo.
                Por la tarde volvimos hacia Utebo. Fuimos por asfalto la mayoría del camino. Pero cuando fuimos por el camino de tierra me manché mucho, pero me lo pasé muy bien con Rodrigo en el trayecto.
                Hoy hemos cenado sopa, pechuga y un yogurt. A mí, me han mojado el pantalón. Después de cenar hemos ido a dormir al cuarto de objetos del gimnasio (que era grande), pero antes nos duchamos, aunque con unos luchadores de boxeo, y tenían unos músculos gigantes. Luego preparamos los sacos y fuimos a dormir.
Carlos Osuna.

                Nos levantamos muy cansados y fuimos al baño a lavarnos y a vestirnos para ir a desayunar a un restaurante unas magdalenas y leche.
                Después nos fuimos con otro colegio a un campo que se llamaba “Caracol”. Después almorzamos y yo almorcé flanes con nocilla. Más tarde jugamos a juegos con Horacio y la otra clase a “cazadores y patos”. Mi equipo ganó. Después de jugar comimos bocadillo de salchicha.
                A mí me dolía la cabeza y no pude ir en bici a Utebo, me tuve que ir en coche. Al final nos llevó el padre de Paula Polo en coche y un camión nos ha traído las bicis para aquí. Cuando llegué vi a todos mis amigos y me alegré porque no iban muy mojados ni muy llenos de barro.
                Al final fuimos al bar a cenar y vinimos al gimnasio a ducharnos, lavarnos y dormir.
Nerea Blanco.

                Hoy he dormido genial y el despertar aún mejor. Al organizarme la mochila lo he pasado mal porque estaba muy desordenada. Al ir a la calle para ir a desayunar hacía un frío mortal. Mi desayuno ha estado bien. Magdalenas con leche. Una vez desayunado volvimos al albergue.
                Hoy nos hemos juntado con un colegio de Alagón y hemos ido al “Caracol”. Cuando hemos llegado nos hemos puesto a jugar y a conocer a los alumnos del otro cole. Después de haber jugado hemos hecho una clase de gimnasia. Después, el otro cole ha sido tan amable de hacer un almuerzo delicioso. ¡Bizcochos, gofres, pasteles, tartas! Después de almorzar nos hemos puesto a jugar.
                La comida ha estado deliciosa (un bocata de salchichas). Luego esperamos a que la lluvia parara un poco. Después hemos esperado a que viniera la policía a escoltarnos durante el trayecto. Luego hemos ido individualmente por un camino más o menos en condiciones. También hemos pasado por los pueblos de Torres de Berrellén y Sobradiel. Hasta que, por fin, hemos llegado a Utebo. Luego hemos ido en bici por el pueblo y hemos atado la bici. Hemos caminado por el pueblo hasta llegar a una ludoteca donde hemos hecho el diario.
                Y, por último, hemos cenado y nos hemos duchado.
Daniel Navarro.

                Nos levantamos a las siete menos cuarto, nos aseamos y desayunamos de nuevo en el restaurante. Luego nos dedicamos a seguir a Alagón. Llegamos y almorzamos un bocata. Fuimos con otro colegio al “Caracol” y jugamos un buen rato.
                Cuando comimos un gran bocata seguimos jugando con el otro cole. Le enseñamos un juego de manos y nos reímos mucho. Luego los del otro cole se quedaron en el “Caracol” y nosotros vinimos otra vez al pabellón de Utebo. Cuando llegamos al pabellón dejamos las bicis y escribimos el diario en una ludoteca. En la ludoteca vimos unas chicas bailar algo parecido al rap. Y se oían ruidos y Susana dijo que eran ratas. Me he divertido mucho con mis amigos y amigas.
                Después de cenar jugamos al fútbol y hacía mucho frío. Luego nos fuimos al pabellón y jugamos un poco más. Luego nos duchamos y jugamos un poco. Por último nos fuimos a dormir.
Judith Perales.

                Me he levantado un poco dormido pero mi madre me ha despertado. Cuando todos nos habíamos aseado y cambiado de ropa nos fuimos a un bar. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué risas con mis amigos mientras desayunábamos!
                Por la mañana teníamos que ir al colegio de Alagón porque unos chicos nos estaban esperando. Fuimos todos al “Caracol”. Para ir había una subida que “flipas”. No la he podido subir. ¡Era muy grande!
Antes de comer jugamos con los chicos del otro colegio. Comimos un bocadillo pero solo me he comido medio.
                Por la tarde no he podido ir en bici porque me dolí toda la espalda. Entonces hemos ido en coche. El camino de ir a Utebo no me ha gustado nada. Cuando he llegado a Utebo estaban mis compañeros agotados. Ahora estamos en la ludoteca haciendo el diario que ayer no nos dio tiempo a hacer.
He estado triste porque mi padre solo ha estado diez minutos.
                La cena ha estado muy buena pero ya no la vamos a probar más, sólo mañana. Hasta pronto Alagón y Utebo.
Asier Navarro.

                Nos levantamos, nos vestimos y bajamos al bar a desayunar. Por la mañana me he caído tres veces y también me he hecho muchas heridas. Pero estoy contento porque es el cumple de mi perro. Para dormir vamos a ir a un pabellón situado en Utebo.
Jorge Muñoz.

                Me levanté muy despierto e inmediatamente me puse la ropa para salir a la calle. Cuando salimos desayunamos en un bar leche y magdalenas, aunque quería churros.
                Después de desayunar jugamos en un parque con otros niños. Después comimos un bocadillo de salchichas y seguí jugando hasta que hicimos una reunión sobre si seguíamos en coche ó en bici
                Después de comer emprendimos la marcha y llegamos todos agotados y con un poco de barro. Me lo he pasado muy bien.
                Hoy hemos cenado sopa, pechuga y patatas fritas. Después jugamos al fútbol. No fuimos al pabellón de Utebo, jugamos un poco y nos dormimos un poco tarde.
Miguel Ángel Medina.

                He dormido bastante bien. Me he despertado como todas las mañanas. Luego me he lavado los dientes… Después me he preparado para salir a la calle y he desayunado bastante bien.
                Por la mañana me he encontrado un poco embarrado porque estaba lloviendo. Hemos ido con los chicos de Alagón hasta un parque. Allí hemos estado jugando hasta la hora de comer. Hemos jugado a muchos juegos. El que más me ha gustado ha sido el de relevos. Después hemos comido un bocadillo de salchicha.
                Por la tarde hemos ido a Utebo con las bicicletas, a las tres de la tarde. Había unos caracoles en el camino. En el asfalto se va muy bien. Luego hemos merendado unas magdalenas y al final hemos dejado las bicis allí.
Jorge Rasal.

                Hoy me he levantado muy bien porque hemos dormido en litera. Me he vestido muy pronto porque lo tenía todo preparado. Lo he metido todo muy bien y ha venido mi madre a verme. He desayunado muy bien y me lo he pasado muy bien. Hemos jugado un poco.
                Luego hemos ido con los del colegio de Alagón. Al principio no me caían muy bien, pero luego eran muy majos. Donde hemos jugado se llama el “Caracol”. Luego hemos comido salchichas y estaban muy ricas. Cuando hemos jugado me lo he pasado muy bien porque eran juegos muy divertidos y los de Alagón eran muy majos.
                Después de comer nos hemos ido a Utebo con bici. El camino ha sido menos duro que el otro porque el camino era la mayoría de asfalto. En este camino he sido la primera y la segunda. Me ha encantado, porque ha sido “guay”.
                Por la noche hemos cenado muy bien. Luego nos hemos duchado y nos hemos puesto el pijama y me he lavado los dientes. Me ha encantado porque estoy con mis amigos.
Olga Losilla.

                Esta mañana he dormido de un tirón. Me he despertado a las ocho en punto e ¡iba tarde! Cuando ya me he aseado y todos nos hemos ido a desayunar y cuando hemos acabado nos hemos cogido la bici y hemos ido al “Caracol” con otro colegio.
                Cuando hemos llegado al “Caracol” hemos estado jugando. Sobre las once o así hemos almorzado gofres, rosquillas, batido, etc. Luego hemos ido a comer un bocadillo de chorizo. Cuando he acabado el bocata me he comido una manzana y luego me he ido a jugar.
                Justo cuando estaba jugando al fútbol, marco un gol y dice Horacio que paremos de jugar porque estaba lloviendo. Luego ya nos hemos ido a Utebo, pero algunos en vez de ir en bici iban en coche porque les dolía el pie o porque estaban cansados. El camino ha sido diferente al de ayer porque hemos ido casi todo el camino por carretera. Se me ha hecho muy corto el camino y divertido. Cuando hemos llegado a Utebo nos hemos ido a cenar y cuando hemos acabado ¡a jugar al fútbol! Luego ya nos fuimos al polideportivo.
                Cuando estaba en el polideportivo no me pude duchar porque como mi padre estaba cenando llegó tarde. Luego ya me eché a la cama y no estaba triste porque mañana vería a mi madre.
Paula Polo.
                Hoy por la mañana nos hemos levantado muy descansados. Nos hemos aseado y hemos ido a un bar para desayunar.
                Luego hemos ido con unos niños a un parque a jugar con ellos. Después hemos comido con ellos. Al terminar de comer los que querían ir en bici han ido en bici y los que no querían ir en bici han ido en coche. ¡¡El camino ha sido chulo!! ¡¡Hemos llegado a Utebo vivos!!
                Por la noche vamos a dormir en el polideportivo donde la anterior noche no pude dormir. ¡¡Espero dormir mejor!!
Tomás Gros.

                Nos levantamos deprisa para ordenar todo rápidamente (la ropa) y asearme. Una vez fuera del albergue nos fuimos a desayunar a un restaurante.
                Nos fuimos con los chicos del otro colegio a un sitio llamado “Caracol”. Hicimos una brasa y también nos fuimos a coger un palo y jugar con la brasa. Los que querían seguir la marcha fuimos y los que no en coche. Nos separamos y cogimos la marcha hacia Utebo por caminos muy interesantes, con cuestas.
Han ido los padres al bar mientras que nosotros estamos escribiendo el diario y ahora nos iremos a cenar.
Nos vamos a la cama otra vez al polideportivo y buenas noches a todos que están leyendo este diario.
Paula Sánchez.

                Yo descansé mucho porque dormí de lujo, yo y todos. Fuimos a desayunar al otro lado del pueblo. Estuvimos jugando mientras llegamos, al “pilla-pilla. Desayunamos y nos preparamos.
                Fuimos por el pueblo para coger a unos niños. A mí se me salió la cadena. Entonces un padre me lo arregló. Mi padre se había salido del recorrido. Se lo dije a otro padre y fueron a buscarlo. Mientras, un policía iba ayudándonos con el coche parando a los demás coches. Llegamos al “Caracol” y estuvimos almorzando la comida que hicieron los de Alagón. Estuvimos jugando con Horacio a “cazadores y patos”, etc. Después comimos longaniza.
                Por la tarde salimos del “Caracol” directos a Utebo. Salimos por un carril de piedras donde había una serpiente en el suelo. Yo había intentado esquivarla pero alguna persona la había pisado. Llegamos a las cuatro de la tarde donde teníamos que ir. Llegamos y estuvimos jugando al fútbol hasta que nos trajeron la cena. Cuando acabamos de cenar yo estaba súper lleno.
                Salimos del bar y nos fuimos a jugar al fútbol. Entonces Horacio nos dijo que fuésemos al gimnasio. Llegamos, nos duchamos, estuvimos jugando un rato hasta dormir.
Pablo Muñoz.

                Nos hemos despertado muy bien ya que hemos dormido en literas. A mí me ha costado levantarme de lo bien que se estaba en esas literas. Nos hemos organizado y nos ha costado mucho meter el saco. Más tarde hemos ido a desayunar al bar de ayer.
                Hemos ido un rato en bici con unos chicos de Alagón. Al principio se te colaban y casi te matan. Pero resultó que son divertidos, al menos algunos. Un poco más tarde hemos hecho una clase de Educación Física con ellos. Hemos jugado a muchas cosas. El juego que más me ha gustado ha sido “cazadores y patos”. Luego hemos comido bocata de salchichas. Al final, antes de coger las bicis, hemos jugado un mundialito de penalties. ¡Qué guay!
                Por la tarde hemos cogido la bici y hemos hecho el mismo camino de ayer pero al revés. Hay una diferencia, la mayor parte del tiempo el camino era asfaltado y se iba mucho mejor que ayer. Por eso hemos llegado antes. Algunos han llegado antes porque han ido en coche porque estaban cansados o enfermos. Cuando hemos llegado a Utebo hemos jugado un rato a fútbol. Luego hemos ido a una ludoteca y estoy escribiendo el diario…
Sergio Val.

                Nos despertamos a las siete y media. ¡Casi ninguno quería salir del saco! Nos fuimos a desayunar a un bar. Todos teníamos muchas ganas de desayunar. Después me lavé los dientes.
                Mucho más tarde nos fuimos a almorzar con un colegio. Las señoras del colegio de Alagón nos pusieron para almorzar donuts, tarta, gofres,… Luego comimos un bocadillo de salchichas. ¡Me sentó muy bien! Después tuvimos una charla de quién se iba en bici o quién se iba en coche. Al final yo me decidí en ir en bici.
                Fuimos a Utebo. No había tanto barro como el martes, pero nos manchamos mucho y también llovió mucho. Por fin llegamos a Utebo. Cuando dejamos la bici en un sitio nos pusimos yo y mis compañeros a hacer este diario.
Claudia García.

                He dormido muy bien ya que he dormido en camas, en un albergue. Hemos tenido que recoger corriendo todo para irnos a desayunar a un bar. Después hemos vuelto al albergue a por las bicis.
                Nos hemos dirigido hacia el “Caracol” con otros niños de un colegio de Alagón. A uno le llamábamos “el rubiales” pero al final resultó ser muy majo. Hemos jugado un rato y después nos hemos ido a una caseta a comer barbacoa, chorizo,… Hemos hecho unos juegos y me han salido bien. Después hemos vuelto al albergue a coger las mochilas y demás. Me lo he pasado muy bien.
                Hemos salido de Alagón para dirigirnos a Utebo. El camino estaba un poco embarrado pero hemos conseguido superarlo. Después hemos cogido un camino distinto al que habíamos cogido antes. Yo he ido un rato de las últimas con Arantxa y el padre de Olga cantando. Después nos hemos parado en Torres de Berrellén para descansar. Pronto hemos reanudado la marcha para dirigirnos a Utebo.
                Ahora estoy escribiendo el diario de hoy y después me voy a duchar.
Elisa Piquer.
                Hoy nos hemos levantado muy tarde. Hemos aprendido que hay que dormir porque si no luego no tienes energía para ir con la bici. Hemos desayunado en el mismo restaurante que ayer.
                Por la mañana hemos ido con unos chicos de un colegio de Alagón. Al principio los chicos parecían unos chulicos pero luego eran bastante majos. Los padres, Horacio y las profesoras del colegio de Alagón han hecho una parrillada de chuparse los dedos.
                Por la tarde estábamos todos asustados porque la vuelta a Utebo iba a ser súper difícil. Horacio nos ha dejado elegir ir en coche o ir en bici. Yo he elegido ir en bici porque le prometí que no me rendiría, así que aunque estaba hecho polvo fui en bici. Luego la vuelta a Utebo ha sido súper fácil. Fuimos a hacer deberes a una ludoteca muy chula donde había unas chicas que bailaban genial.
                Al final del día hemos llegado al restaurante y hemos cenado genial, pero al final no ha podido venir mi madre y me he puesto un poco triste. Cuando hemos llegado al polideportivo hemos preparado todo, nos hemos duchado y a dormir que mañana nos vamos.
David Sobreviela.

                Hoy nos hemos levantado mejor que ayer porque había colchones. ¡Y almohadones! Más tarde nos fuimos a desayunar a un bar, estaba muy bien y descansada.
                Por la mañana hemos ido a almorzar gofres con nutella y hemos jugado con unos niños de Alagón, que han venido con nosotros a un parque que se llama “el Caracol”. Allí hemos jugado al “gavilán y al zorro” (pilla-pilla). Al rato hemos comido chorizo al fuego. ¡Estaba riquísimo! Y nos ha llovido un poco, pero al final no ha hecho buen tiempo.
                Cuando hemos venido el camino era mejor. Óscar, el padre de Pablo, le ha dicho a mi madre que me trajera algunas cosas que me faltaban. En la ludoteca hemos visto a tres chicas bailando. Hemos escuchado ruidos que yo pensaba que eran ratas. ¡Me he divertido mucho con mis amigos hoy!
                Salimos después de cenar y nos pusimos a jugar en la plaza de al lado del bar al pilla-pilla y al fútbol. Más tarde han venido nuestros padres a vernos y a ver qué tal estábamos. Al final nos hemos duchado y nos hemos divertido mucho jugando con el padre de Elisa. Por fin, nos hemos echado a dormir.
Susana Gracia.

                Yo me he levantado a las siete y media. He dormido muy bien porque hemos dormido en cama. Me he despertado el último de mi habitación. Después de asearnos y prepararnos para salir hemos ido a desayunar (leche y croasanes).
                Hemos cogido la bici e ido al “Caracol”. Allí hemos jugado con los alumnos del colegio de Alagón. Hemos comido salchichas y chorizo asado en bocadillo. Después han comido ellos.
                Hemos vuelto a Utebo por otro camino del que nos fuimos. Era más fácil, es decir, menos barro y piedras y mas trozo de asfalto. Me he cansado menos que a la ida. Hemos guardado las bicis y nos hemos ido a cenar. He cenado muy bien. También ha venido a verme mi madre. Después hemos venido al gimnasio, ya un poco cansados.
                Ya en el gimnasio nos hemos preparado para la ducha y nos hemos duchado. Allí, en la ducha, había unos jugadores de boxeo. Ya cuando nos hemos duchado hemos ido a preparar la cama para dormir. Entonces, jugando una pelea de sacos, una niña se ha caído y se ha hecho daño. Y ahora me voy a dormir…
César Miravete.                                                                              

Hoy nos hemos levantado mucho mejor que la noche anterior porque hemos dormido siete horas y en camas con colchones. Nos hemos aseado y nos hemos ido a desayunar. ¡Qué rico estaba el desayuno!
El camino seguía embarrado pero un poco menos que ayer. Hoy no hemos visto nada interesante pero hemos estado con unos niños de otro colegio de Alagón, y con ellos hemos almorzado y comido. ¡Qué bien nos los hemos pasado!
Después de comer nos hemos despedido de los niños del otro colegio y algunos han vuelto a Utebo en coche y los demás en bicicleta. Yo he elegido la bicicleta porque para eso hemos venido, para montar en bicicleta. No me importa que llueva o que haga aire. Aunque hemos llegado que no podíamos ni hablar nos lo hemos pasado muy bien. Nos hemos preparado los sacos de dormir y hemos ido a cenar al restaurante.
Después de cenar nos hemos dado una ducha y nos hemos acostado de nuevo en el suelo en polideportivo de Utebo. Entre que dormimos en el suelo, hace frío y se escuchan los trenes que pasan, no vamos a poder dormir…
María Vázquez.

Hoy nos hemos levantado a las 7:25 más o menos. Nos hemos vestido y aseado, aunque hemos tardado un poco. Al terminar hemos salido a la calle dirigiéndonos hacia el bar donde hemos desayunado. ¡Todo estaba buenísimo!
Como ya habíamos terminado hemos cogido las bicis y nos hemos dirigido hacia un colegio en el que unos niños se han incorporado para ir al “Caracol”, donde hemos jugado a muchos juegos. Luego han sacado unos dulces y hemos almorzado. Al rato han sacado unos bocadillos para comer.
Después hemos emprendido el viaje hacia Utebo. Hoy hacía más frío que ayer, por eso hemos ido más abrigados. Ya que ayer nos quejamos un poco porque fuimos por caminos con piedras, hoy nos han llevado por un camino más liso. Hemos merendado muy pronto, y ya nada más llegar teníamos hambre. Cuando hemos llegado a Utebo hemos ido a una ludoteca donde ahora estoy escribiendo este diario.
María Ruiz.

Hoy me levanté con ganas de volver a Utebo, pues había llorado por mis padres. Quiero llegar pronto a Utebo porque vienen mis abuelos de Cuba.
Estuvimos en un parque con niños de otro colegio. Hicimos una clase de Educación Física. Luego fuimos a comer un bocata de salchicha, pero solo me comí medio. Después jugamos un mundialito de fútbol a tandas de penalties.
En el viaje fuimos por asfalto. A la hora de merendar tuve que comerme una magdalena prestada porque no tenía comida. En el camino fuimos cantando y haciendo trucos con la bici. Ahora estamos en una ludoteca de Utebo escribiendo el diario.
Luego cenamos sopa y pechuga. Jugamos un partido de fútbol y, aunque estaba nervioso, tuve un par de ocasiones. Después hablé con mi madre y mi familia por teléfono.
Rodrigo León.

Nos levantamos en Alagón y nos despertamos más pronto que ayer. Fuimos a desayunar al bar de la cena de ayer con todos mis compañeros. Cogimos las bicis y nos fuimos todos juntos.
                Estuve de las primeras en la fila pero luego me adelantaron todos. Tras un rato yendo en bici me cansé un poco. Paramos para comer en un refugio con unos niños de otro colegio. Me lo pasé muy bien jugando con mis amigos.
                Por la tarde volvimos camino Utebo, pero costó mucho llegar entre todas las paradas. En el camino me lo pasé muy bien haciendo chistes con Paula. Cuando llegamos a Utebo fuimos a una ludoteca a hacer el diario. ¡Qué bien me lo estoy pasando!
                Hoy voy a cenar en un bar llamado “Cocoon” con todos mis compañeros. Espero dormir bien para poder “cargar las pilas” para mañana.
Mercedes Romanos.

                Nos levantamos muy pronto. Me fui a lavarme los dientes y luego me vestí. Nos fuimos a una sala a hablar de una cosa. Después nos fuimos a un colegio, y con ellos a “El Caracol”.
                Después de jugar un poco comimos un bocadillo de salchichas. Después hemos hecho una clase de Educación Física y luego juego libre. Nosotros hemos jugado al fútbol. Después nos hemos reunido para decidir quién volvía a Utebo en bici y quién en coche. Los demás se fueron en bici y unos pocos en coche.
                Como he bajado en coche, hasta que llegaran los demás en bici nos hemos metido en un bar y he empezado el diario del otro día. Después de esperar un rato vimos a nuestros compañeros. ¡Qué alegría! Luego cogí un balón para jugar un partido de fútbol. Al cabo de un rato Horacio nos llamó para ir a una ludoteca para hacer el diario de ayer.
                La cena fue muy buena. Era sopa de fideos, pechugas con patatas y yogur. Yo he jugado un poco con mis compis y luego nos fuimos al pabellón a ducharnos y a dormir.
Valentín Ursu.

                Me he despertado con curiosidad de qué íbamos a hacer hoy. Ayer tuvimos lluvia y nos pusimos de barro hasta las cejas. Las bicis estaban muy sucias. Hoy fuimos con un colegio al “Caracol”. Allí los del colegio nos invitaron a almorzar y a comer. Luego decidimos cómo nos íbamos a Utebo. Unos se fueron en coche y otros en bici por el camino sin tierra. Hicimos lo mismo que el lunes, asearnos al llegar y a cenar, jugar y dormir.
Alejandro Muniesa.

                Nos levantamos a las siete y cuarto de la mañana. Nos preparamos la mochila y nos aseamos. En Alagón he dormido muy bien. Fuimos a desayunar al bar magdalenas y leche caliente con colacao. Fuimos a coger las bicis para irnos al “Caracol” con los del colegio de Alagón.
                Fuimos al colegio al colegio de Alagón a recoger los niños y nos fuimos al “Caracol”. El camino tenía mucho barro y agua. Cuando llegamos allí jugamos al “gavilán”, al “pilla-pilla” y a “cazadores y patos” contra Alagón. Ganamos nosotros. Luego echamos una tanda de penalties y jugamos al fútbol un partido. En la primera tanda de penalties gané yo.
                Comimos un bocadillo de salchichas a la brasa. Tuvimos una reunión con Horacio y con los padres para decidir quién se iba en bici ó en coche a Utebo. Yo decidí ir en bici a Utebo. El camino tenía mucho barro y agua y nos pilló lloviendo aunque muy poco. Cuando llegamos fuimos a una ludoteca para hacer el diario de ayer y de hoy. La ludoteca parecía una discoteca y una sala de videojuegos.
                Después fuimos al pabellón. Nos duchamos, nos lavamos los dientes y nos preparamos la mochila para el jueves. Jugamos un rato y nos metimos a la cama a las doce menos diez de la noche. Yo, hasta las dos y media de la madrugada, no conseguí dormirme.
Daniel Martínez.


Jueves, 16 de mayo de 2013. Utebo – Zaragoza (hasta nuestra querida camita).
            ¡Y llegó el último día!
Iba a ser la última vez que nos despertábamos juntos, que desayunábamos a la vez. Daba pena que se fuera acabando. Ya se empezaba a preguntar por el año siguiente, si iríamos, por dónde, cuántos días. Ya se empezaba a valorar la “proeza” que se había realizado, que se estaba haciendo, la importancia de una aventura que nadie o casi nadie ha hecho, en especial en las circunstancias en las que se ha desarrollado.
            La noche había sido tranquila. Todo el mundo se despertó con buen humor y con ganas de que empezara el día. ¡Hoy no iba a llover!
Recogimos las cosas y fuimos a desayunar. Después del desayuno y de un rato libre, fuimos a la Biblioteca Municipal. Otra vez nos trataron estupendamente y nos dejaron toda la biblioteca infantil para nosotros. Allí trabajamos la leyenda del “barbo de Utebo” y un artículo sobre un libro acerca de las barcas de paso. Seguíamos profundizando en el conocimiento del Ebro. Después de esto hubo un rato para leer.
            A media mañana salimos de la Biblioteca para ir al colegio de Utebo, pues habíamos quedado con una clase de quinto de Primaria para realizar una actividad de convivencia, una clase de Educación Física con ellos. Allí estaba Juan, que el año pasado había venido a nuestro colegio y que al cambiarse de casa e irse a vivir a Utebo se cambió de colegio. Desde entonces no lo habíamos visto y fue una sorpresa muy grande para todos.
            Después de la clase nos fuimos al comedor rápidamente, puesto que teníamos que salir muy pronto. Comimos rápido y nos preparamos para salir hacia Juslibol lo antes posible, pues habíamos quedado allí a las cuatro y media. El camino hasta el galacho fue muy relajado y todo el mundo iba muy ilusionado. En un momento hicimos los kilómetros de la etapa, pasando por Monzalbarba y llegando al Galacho de Juslibol. Era curioso porque conforme volvíamos por el camino que hicimos el lunes íbamos recordando ese día, y parecía que había sido hace mucho tiempo. Veíamos a lo lejos otra vez el castillo de Miranda, los milanos negros sobrevolando las lagunas. Incluso volvimos a ver otra vez a Manuel, el guía, que ahora estaba con otro grupo de escolares. Llegamos al Centro de Interpretación y descansamos un poco. Allí se incorporó Maribel, que ya estaba bastante recuperada y no se quería perder el final. Su padre la había traído en coche hasta el galacho. Una vez todos reunidos seguimos el camino. Atravesamos el soto de Partinchas, que nos dio la sensación de que tenía más vegetación, con el camino más cerrado, con más ramas caídas por el suelo. Como en la ida, el camino por este soto es espectacular, precioso y muy divertido. Hubo anécdotas para todos los gustos, arañazos, caídas, amontonamiento de bicicletas. Una vez fuera del soto seguimos un poco más, hasta la llamada “playa de Juslibol”.
            Y allí estaban esperándonos, preparándolo todo. ¡¡Los Ebronautas!! La emoción y los nervios eran grandes. Los chicos bajaron a su encuentro y les empezaron a hacer mil preguntas, sobre las barcas, sobre cómo se utilizaban los remos, hacia dónde iríamos, cómo nos distribuiríamos,…
Una vez todos calmados, nos pusimos en sus manos. Durante las dos horas que estuvimos con ellos nos transmitieron su amor y respeto por el río y sus conocimientos en profundidad de su funcionamiento, su historia, su flora y fauna. Aprendimos muchas cosas. Que las playas no sólo están en la costa y que el Ebro era un lugar de esparcimiento, donde se bañaba la gente en verano. Que el río no es un lugar peligroso, sólo hay que conocerlo un poco para disfrutar de él. Que cada vez más va siendo un lugar más limpio, en comparación a años pasados con prácticas aberrantes de la población y las fábricas. También aprendimos acerca de las crecidas, de cómo los ríos van modificando su curso a lo largo de la historia, aunque las personas nos empeñemos en “domesticarlos”. Nos enseñaron algunos animales y plantas que viven en el Ebro, que son sus verdaderos dueños.
Especialmente hicieron hincapié en que los niños de ahora serán los políticos, científicos, educadores y demás profesiones en el futuro, y, sobre todo, los ciudadanos, los que tendrán que presionar a los dirigentes para que nuestra relación con los ríos sea diferente, más respetuosa.
Con los Ebronautas hubo de todo. Hubo explicaciones pero también hubo navegación. A todo el mundo le encantó la experiencia de navegar “dentro” del Ebro. La perspectiva es muy diferente. Ya en el agua aprendimos cómo girar, remar, las maneras de parar y arrancar. Se remó, se cantó, se hicieron carreras con las otras barcas, hubo intentos de “abordaje”. Paramos en distintas playas. Nos mojamos.
La imagen de libertad y alegría de los niños remando “a tope”, con los pies descalzos dentro del agua, es indescriptible.
            Se nos pasó muy rápido. Habíamos llegado a Zaragoza, después de más de seis kilómetros de navegación. Como diría alguno después, “aparcamos” las barcas y tomamos tierra. Allí estaban esperándonos las bicis, pues los Ebronautas nos habían hecho el favor de transportarlas en sus remolques. Nos despedimos de ellos, con la esperanza de que igual nos veremos al año que viene, quizás surcando las aguas del Ebro por la Ribera Baja.
Nos cambiamos de zapatillas porque estaban empapadas y cogimos otra vez la bicicleta. Estábamos ya en la ciudad, en el Parque del Agua. Se nos acababa la aventura. Recorrimos tranquilamente lo que nos quedaba para llegar al colegio, para nosotros ir unos kilómetros por carril bici era ya una cosa sin importancia

            Y, finalmente, llegamos al colegio. La llegada estuvo a la altura de todo el viaje. Allí en la puerta había mucha gente, familiares, haciéndonos un pasillo, aplaudiéndonos, con carteles y pancartas de ánimo, de reconocimiento de lo realizado. Fue una experiencia muy emocionante, hubo lágrimas de niños y padres. Muy respetuosamente nos dejaron entrar solos dentro del colegio para, en la intimidad, realizar una “mini asamblea”. En ella se recordó lo realizado, la importancia del logro y de cómo se había hecho, de que se intentara no olvidar lo vivido y aprendido.
            Había terminado una experiencia inolvidable, un proyecto que surgió cinco años atrás como fruto final a una relación de confianza de este grupo de chicos (y sus familias) y su maestro, fruto del amor hacia la bicicleta y la Educación Física. Es la respuesta a cinco años de entusiasmo, de salidas en bicicleta desde primero de Primaria cuando algunos aún no sabían ir en bici y llevaban ruedines. Es el punto final a un año de preparativos, reuniones, organización, trabajo en equipo, organización de todos los detalles, de esperar que todos los requisitos se consiguieran.
Al final se consiguió realizar, todo salió bien, se superaron todas las dificultades y peligros.

¡Esto es lo que hicimos y así lo hemos contado! Quizás hemos exagerado, quizás nos hemos quedado cortos…

Los chicos los vieron así…

Nos levantamos a las siete de la mañana, nos aseamos, nos cambiamos de ropa y después la asamblea. Era nuestro último día y, aunque estábamos muy cansados, nos daba muchísima pena que se acabara. Mis papis me trajeron una almohada la noche anterior y dormí mucho mejor.
Por la mañana estuvimos en una plaza de Utebo. Al cabo de un rato Horacio nos llamó para que fuéramos a una biblioteca. Cuando entramos nos dijo que íbamos a leer una historia de un barbo. Horacio la leyó en alto e iba parando para explicarnos las cosas. Cuando terminamos leímos los cuentos que queríamos. ¡Ah!... se me olvidaba. Almorzamos antes de entrar a la biblioteca. Cuando salimos de la biblioteca fuimos a hacer clase de Educación Física con los niños de Utebo. Me lo pasé muy bien porque tenía ganas de hacer amigos y lo conseguí.
Por la tarde, después de comer en el colegio de Utebo, cogimos las bicis y salimos hacia Zaragoza. Un poco antes de llegar al colegio paramos con unos ebronautas y fuimos en unas barcas hacia una “playa” llena de grava y “arena”. Me lo pasé genial, sobre todo después de coger la barca la segunda vez porque ya sabíamos manejarla mejor. Cuando bajamos de la barca me sentía genial porque esto fue una experiencia única e inolvidable. Después cogimos las bicis y empezamos la marcha hacia el colegio y se nos hizo muy corto el camino. En el colegio había pancarta y todo.
Cuando llegué a casa me puse el pijama. Me llamaron mis abuelos. A las nueve de la noche me eché a dormir y me dormí en muy poco tiempo. ¡Ah!.. y me duché.
Alba Moratinos.

Nos hemos levantado mejor que la otra vez que dormimos en Utebo. Me he despertado a las cuatro y media de la mañana pero luego me he vuelto a dormir hasta las siete y media. Por la noche estuvimos jugando y peinando a los chicos. Nos hemos aseado y nos hemos ido a desayunar al restaurante.
Por la mañana hemos ido por caminos muy bonitos aunque con charcos y plantas que pinchaban. También hemos ido a leer a una biblioteca y a escribir el diario. Después hemos ido a dar clase con los niños de un colegio de Utebo. También hemos visto a un antiguo compañero que iba a clase con nosotros. ¡Qué bien lo hemos pasado todos! Después de comer hemos salido hacia Zaragoza a reunirnos con nuestras familias. Cuando hemos llegado nos han aplaudido y nos han recibido con carteles de bienvenida.

Ahora estoy en casa y me he dado una ducha para quedarme calentita y me he ido a dormir. ¡Buenas noches!
María Vázquez.

                Al levantarme recogí mi saco y me preparé para salir a desayunar. Para el desayuno nos dieron un vaso de leche y “colacao”.
                Luego jugamos contra el colegio de Utebo, que les ganamos como al colegio de Alagón. A mí me eliminaron pronto porque estaba mareado. A la hora de comer comimos arroz con tomate y carne guisada.
                Por la tarde salimos con la bici hacia Zaragoza por un camino mucho mejor que los anteriores. Pero una parte del camino la hicimos en barca. Yo me lo pasé genial. Nuestras familias nos recibieron con gran satisfacción con grandes carteles e hicimos una última foto juntos.
                Luego, al llegar a casa, me puse muy contento al ver a mi padre.
Carlos Osuna.

                Hoy he dormido un poco mejor, ya que ayer me dormí muy pronto. Me he visto y he desayunado. Tenía mucha hambre. Hemos cogido las bicis y al salir hemos visto que hacía bastante frío. Entonces nos hemos abrigado un poco más.
                Por la mañana nos los hemos pasado muy bien con los niños de colegio de Utebo. Hemos corrido y conocido a mucha gente, y a mí eso me encanta. Después hemos ido al comedor de ese mismo colegio. Todo estaba buenísimo. No sólo hemos conocido a personas sino que también hemos visto a nuestro amigo Juan, que se fue del colegio el año pasado.
                Por la tarde hemos cogido las bicis para emprender viaje. Cada vez el tiempo era mejor. A mí el camino se me ha hecho muy corto ya que he ido hablando y echando unas risas. Hemos llegado a Juslibol cuando eran las cuatro menos cuarto. Estábamos muy ilusionados porque esa misma tarde íbamos a coger unas barcas para que el Ebro nos arrastrara hasta cerca de nuestro barrio, Parque Goya. Nos lo hemos pasado genial.
                Luego hemos llegado al colegio, donde nos esperaban los padres con grandes pancartas en las que ponía “Campeones”, “Lo habéis conseguido”. ¡Nos han dado una sorpresa! Luego nos hemos dado la enhorabuena y un gran aplauso al responsable de todo: Horacio.
María Ruiz.

                Cuando me he levantado había gente despierta y otra dormida. Yo me había despertado por el jaleo y la luz. Cuando ya nos habíamos aseado y preparado para salir a la calle, fuimos a tomar el desayuno, galletas con tostadas.
                Por la mañana fuimos a la biblioteca a leer un texto de las barcas de paso y después hicimos unas preguntas. Nos dejaron después estar un rato en la biblioteca. Hemos tenido una clase de Educación Física con el colegio de Utebo y nos hemos encontrado con un antiguo compañero nuestro, llamado Juan. Entonces hemos ido a comer al colegio de Utebo. Hemos comido arroz, carne y pera de postre. También teníamos lechuga.
                Por la tarde hemos ido con la bici hasta el galacho de Juslibol y allí hemos descansado y nos han dado galletas. Hemos ido a un sitio donde nos esperaban para montar en barca y descender desde el galacho hasta casi el Parque del Agua. Las bicis las han traído en una furgoneta. Hemos ido al colegio con la bici y en la entrada nos esperaban todas nuestras madres y padres con pancartas que ponían “Bienvenidos 5ºA y 5ºB”, “Lo habéis conseguido”,…
                Ya cuando he llegado a mi casa me he duchado y he  cenado. Entonces me he ido a mi cama con colchón y almohada. El diario lo haré mañana por la mañana…
César Miravete.
                Nos levantamos en Utebo igual de pronto que el miércoles. Nos aseamos y nos vestimos para desayunar en el bar “Cocoon”. Me lo pasé muy bien en el desayuno con mis amigos. Después vino David, nuestro profesor.
                La mañana fue muy agotadora. Fuimos a Zaragoza pero antes pasamos por un colegio en Utebo. Allí vimos a un amigo, Juan, y jugamos con él. Un rato después comimos en el colegio.
                Por la tarde llegamos al Galacho de Juslibol. Allí vimos a nuestro guía Manuel, donde encontramos sapos. Fuimos por un bosque muy difícil de pasar pero me lo pasé muy bien. Cuando llegamos a Zaragoza fuimos hacia el colegio, donde allí había padres con pancartas.
                Al final del día cené en mi casa y dormí allí. ¡Ha sido una semana que recordaré toda mi vida! Gracias por todo Horacio.
Mercedes Romanos.

                He dormido y despertado la mar de bien. Al despertarme me daba pereza ir al vestuario a cambiarme y me he cambiado en el saco. Al salir a la calle hacía mucho frío y me he abrigado bien. El desayuno no ha sido nuevo, lo típico, galletas con leche y croasanes.
                Después de desayunar hemos estado jugando al fútbol. Luego hemos ido a un colegio de Utebo y hemos hecho gimnasia con ellos. Luego hemos comido en su comedor. Después hemos ido a una plaza a jugar al fútbol. Cuando hemos terminado hemos ido a una biblioteca a estudiar. Una vez estudiado, rápidamente hemos ido a merendar y luego hemos emprendido la marcha a Zaragoza. Luego hemos bajado una cuesta que nos ha llevado a unas barcas y hemos recorrido el Ebro. Cuando hemos desembarcado hemos ido hacia el cole y los padres nos han hecho pancartas y nos han aplaudido.
                Después he ido a casa y he dejado la bici en el trastero. Me he duchado, he cenado y me he ido a la cama. Y esta aventura ha acabado…
Daniel Navarro.

                He dormido bien porque mi madre me ha puesto una almohada.  Luego me he lavado la cara… Después de un rato hemos desayunado leche con “cola cao” y ya estamos preparados para emprender el camino.
                Hemos ido al Galacho de Juslibol y al Parque del Agua. También he aprendido cómo manejar una barca. Llovía un poco pero luego paró y fuimos en bicicleta y comimos en un bar muy agradable.
                Por la tarde emprendimos la marcha a las tres de la tarde. Me he encontrado un poco cansado. Hemos ido al Parque de Agua y al Galacho de Juslibol. Por el camino nos íbamos encontrando baches y piedras. Hemos aprendido a manejar una barca. Hemos llegado al río Ebro con los Ebronautas. Hemos manejado las barcas con remos. También nos enseñaron que el que se ponía atrás era el timonel.
                Hemos dormido ya en casa. He recogido toda la ropa de la excursión y he dormido bien. Echo de menos Alagón…
Jorge Rasal.
                Me levanté cansada. Me tuve que ir al baño a limpiarme la cara y lavarme los dientes. Más tarde recogimos las mochilas y las madres y padres se las llevaron a otro lado. Luego nos fuimos a desayunar galletas a un bar.
                Por la mañana me encuentro más activa que antes y me encuentro mejor. Nos ha hecho un buen tiempo hasta ahora. Luego nos fuimos a la biblioteca municipal de Utebo. Más tarde jugué al escondite y después nos fuimos a hacer Educación Física con los niños del colegio de Utebo. Al final hemos comido arroz con tomate, carne con patatas asadas y pera. ¡Estaba buenísima la comida!
                A las cuatro menos cuarto emprendimos la marcha para irnos a casa (a Zaragoza). Nos fuimos por muchos caminos de piedras y barro pero al principio nos fuimos por la carretera. Al final era camino de tierra, barro y muchas piedras. Cuando ya llevábamos hora y media en bici aproximadamente nos paramos y bajamos una cuesta enorme para subir a las barcas. Nos pusieron chalecos salvavidas y nos dieron una pala para remar. Yo fui la que más remó de mi barca porque no paré de remar.
                Después de cenar me fui a la ducha. Casi todos estábamos dormidos a las diez de la noche.
Susana Gracia.

                Hoy me he levantado con muchas ganas de llegar a casa porque ya era el último día. Nos hemos levantado a las siete de la mañana (yo tenía mucho sueño). Luego nos hemos ido a desayunar a un bar de Utebo. Me he echado muchas risas con mis compañeros. Más tarde Horacio nos ha dejado un rato de tiempo libre para jugar.
                A las nueve y media nos hemos dirigido a la biblioteca para leer y hacer unas actividades sobre las barcas de paso (a mí me ha parecido interesante). Cuando ya hemos terminado de estar en la biblioteca nos hemos dirigido hacia un colegio de Utebo, donde allí habitaba un antiguo compañero nuestro (Juan). Hemos dado una clase de Educación Física, con juegos y demás. Después hemos comido en ese cole, la comida estaba muy buena.
                Por la tarde hemos salido del colegio para dirigirnos hacia nuestro destino del último día, el Galacho de Juslibol, donde íbamos a embarcar con unos guías. En el camino, mientras nos dirigíamos al galacho, se me ha salido la cadena de la bici un par de veces, pero al final me lo han arreglado. Ya, por fin, hemos llegado a las barcas. Los guías nos explicaron cómo teníamos que manejar la barca (ha sido fácil). Cuando hemos llegado a Zaragoza nos hemos ido con la bici hasta el cole, donde nos estaban esperando las madres y padres con pancartas de bienvenida. Ha sido un día inolvidable para el “Agustina de Aragón”.
Elisa Piquer.

Nos levantamos a las siete de la mañana. No dormí muy bien pero tampoco mal. Nos preparamos la mochila, nos lavamos los dientes y nos vestimos para salir. Desayunamos en el bar de Utebo. Nada más salir del bar de Utebo jugamos un partido de fútbol. Cuando terminamos el partido (empatamos) fuimos a la Biblioteca a leer unas hojas y responder unas preguntas. Leímos un libro y salimos a jugar otro partido de fútbol, que también empatamos.
Fuimos al colegio de Utebo a hacer Educación Física con ellos. Jugamos al “Gavilán”, al “pilla-pilla” y a “cazadores y patos” contra los de Utebo, y ganamos. Nos despedimos de Juan, que es un amigo del colegio del año pasado que este año está en el colegio de Utebo.
Comimos en el comedor del colegio. Después fuimos al pabellón a por las bicis y nos despedimos de todos para irnos.
El camino tenía muchos baches y piedras, pero no barro. Cuando pasamos por el Galacho de Juslibol paramos a picar tres galletas. Ahora el camino estaba peor que a la ida, era muy estrecho, había pinchos y troncos. Hasta que al final… llegamos a donde estaban los “Ebronautas”. Fuimos en tres barcas de doce personas. Paramos en una isla y fuimos por rápidos. Llegamos a la orilla, subimos y ya habían llegado las bicis.
Llegamos al colegio y los padres nos recibieron muy bien, con carteles de ganadores, etc.
Yo llegué a casa y me metí de cabeza en la ducha. Cené solomillo y de postre yogurt. Hice el diario del jueves y vi un rato la tele con mis padres y mi hermano. Luego me fui a la cama.
Daniel Martínez.

Nos levantamos a las siete y cuarto. Estábamos agotados. Horacio quiso hacernos a algunas fotos con los pelos despeinados. Después de un rato nos aseamos, nos lavamos la cara y los dientes.
Nos fuimos a desayunar a un bar. ¡Creo que nos sentó muy bien el vaso de leche con galletas que nos pusieron!
Antes de comer hicimos Educación Física con un colegio de Utebo. ¡Nos encontramos a Juan, un chico que antes iba a nuestro colegio! Y jugamos con ellos al “Gavilán”, “Cazadores y patos”,… Luego comimos. La comida estaba rica y muy calentita.
Más tarde nos fuimos a Zaragoza. No había tanto barro como el otro día. También llovió pero pudimos seguir. Después nos echaron un poco de crema de sol para que no nos quemáramos.
Luego nos montamos en barca. ¡Casi todos estábamos remando con un remo! ¡Nos los pasamos muy bien!
Llegamos al colegio. ¡Nuestros padres estaban haciendo pancartas, nos dieron una sorpresa!
Después de la cena estuve un rato haciendo este diario y luego me eché a la cama. ¡Creo que casi todos nos metimos a la cama y en cinco minutos ya estábamos dormidos!
Claudia García.

                Hoy nos hemos levantado con más ganas que ningún día, porque era el último. Nos hemos preparado todo y Horacio nos ha dicho que nos pusiéramos zapatillas y calcetines de repuesto (eso lo explicaré luego). Y hemos desayunado en el bar.
                Hasta la hora de comer estuvimos en una biblioteca leyendo “La barca de paso”. Cuando terminamos Horacio nos dejó leer libros. ¡Había uno en 3D!
                Luego fuimos al colegio que había en Utebo, hicimos Educación Física con ellos y ¿a que no sabéis a quién nos encontramos allí? ¡A Juan! Juan fue un compañero nuestro. ¡Nos lo pasamos genial con ellos! Después cuando terminamos cogimos las mochilas y nos fuimos a comer.
                Hasta que llegamos al Galacho el camino parecía una montaña rusa, pero no era duro. Cuando a lo lejos vimos las barcas de Ebronautas nos alegramos un montón. Edu, mi profesor de barca, nos enseñó un poco a remar y a hacer el remolino. Remamos un poco y nos metimos en una islita. ¡Había conchas de muchos tipos! Al rato nos volvimos a meter en la barca y vinimos al colegio. ¡Había un montón de pancartas!
                Yo, después de cenar, vi un poco la tele y me fui a la cama. ¡Estaba supercansada!
Arantxa Artigas.

                Esta noche he dormido de un tirón. Me he despertado a las siete de la mañana. Cuando me he despejado me he ido a asear y a cambiarme de ropa. Luego nos hemos ido a desayunar y cuando hemos acabado a jugar al fútbol con mis amigos.
                Cuando he acabado de jugar nos hemos ido a la biblioteca. Allí hemos leído una historia, hemos hecho deberes y hemos leído muchos libros de chistes. Cuando hemos salido de la biblio hemos vuelto a jugar al fútbol pero muy poco tiempo porque nos teníamos que ir al colegio de Utebo. En él hemos estado jugando a juegos muy divertidos. En ese cole estaba Juan, un amigo nuestro que iba antes a nuestro colegio. Nos hemos puesto muy contentos cuando lo hemos visto. Luego hemos comido allí, en Utebo, en el mismo colegio. La comida estaba buena. Cuando acabamos de comer nos fuimos al polideportivo de Utebo a coger las bicis para irnos a Zaragoza.
                El camino se me hizo muy corto y chulo. Fuimos por caminos asfaltados y por tierra. Cuando llegamos al galacho de Juslibol nos paramos y empezamos a jugar porque eran todavía las tres y media y teníamos que estar en las barcas a las cuatro y media. Nos quedamos hasta las cuatro y media jugando. Cuando emprendimos la marcha fuimos por un camino muy chulo, por un soto. Allí, cuando yo iba con la bici, me metí en unas zarzas. Luego ¡llegamos a los Ebronautas! Allí nos los pasamos muy bien. En el final del viaje yo estuve en proa conduciendo el bote y luego un amigo mío llamado Jorge Rasal. Cuando acabamos nos fuimos al cole y nos aplaudieron mucho.
                Cuando llegué a mi casa estuve ya toda la noche con mis padres muy contenta. Acabé de cenar y me fui a la cama pensando que me lo he pasado muy bien y que la prueba la había superado.
Paula Polo.

                Por la noche he dormido muy bien porque la esterilla era muy cómoda. Me he cambiado rápido y nos hemos ido al “Cocoon” a desayunar. Me lo pasé muy bien desayunando porque me senté con Mercedes.
                Después de desayunar jugamos mucho en la plaza y me gustó mucho porque me compré chuches. Luego nos fuimos a una biblioteca. Nos explicaron una cosa y leímos libros. Salimos de la biblioteca y nos fuimos a jugar con los niños de un cole. Después comimos en el cole.
                Por la tarde nos fuimos a los galachos de Juslibol por caminos muy estrechos. Seguimos un poco más hasta los “Ebronautas”, que son canoas. Fuimos por el Ebro y me lo pasé muy bien porque cantamos canciones y nos explicaron cosas. Llegamos a nuestro colegio y nos recibieron con pancartas.
                Llegué a mi casa y me duché y luego me fui a dormir. Ha sido una aventura espectacular.
Olga Losilla.

Hoy me he levantado muy tarde. Si no hubiera sido por Horacio no me hubiera levantado. Como siempre hemos ido a desayunar a un restaurante.
Por la mañana, después de desayunar, hemos ido a jugar al fútbol. Cuando Horacio nos ha llamado hemos subido a la biblioteca. Después de terminar los deberes y leer algunos libros hemos pasado al colegio y hemos jugado al “pilla-pilla”, “cazadores y patos” y al “gavilán”. Después de jugar hemos comido en su comedor.
Por la tarde hemos salido hacia Zaragoza porque teníamos que llegar a los “Ebronautas” a las cuatro y media. Después de pasar todo el camino hemos llegado. Nos han explicado todo y hemos salido a dar un paseo con la barca. El paseo en barca ha sido genial pero se ha pasado muy rápido. En Zaragoza hemos cogido las bicis y hemos llegado al colegio.
Al final del día, ya en casa, me he duchado. También he cenado y he visto un poquito la tele.
David Sobreviela.

                Nos levantamos a las siete porque teníamos prisa por llegar a casa. Me ordené la maleta y me fui corriendo a asearme y vestirme. Más tarde nos fuimos a desayunar un desayuno excelente.
                Después de desayunar nos fuimos a una biblioteca donde nos explicaron lo de las barcas de paso. Al terminar nos fuimos a un colegio y jugamos a muchísimos juegos como en una clase normal de Educación Física. Fue chuli. Luego nos fuimos a comer a ese colegio.
                Después de comer cogimos la marcha y teníamos que ir hasta los “Ebronautas”. Ese camino fue super guay, con cuestas. Me subí a la barca de los “Ebronautas” y fui capitana. Fue una pasada y ganamos a todos.
                Cuando llegamos al cole nos dieron una fantástica bienvenida y hasta una chica de clase se echó a llorar.
                Ya en casa me fui muy temprano a la cama porque estaba muy cansada.
Paula Sánchez.
                Nos levantamos a las siete y media. Yo estaba intentando dormir pero ya se habían despertado todos. Por suerte había dormido “como un dios”. Nos acabamos de vestir y nos fuimos al bar a desayunar.
                Una vez acabado el desayuno, y como siempre, jugamos al fútbol hasta que fuimos a la biblioteca de Utebo para acabar el diario. Cuando fueron las doce fuimos a jugar con los de Utebo. ¡Les ganamos! Cuando se acabó la clase comimos en el comedor. ¡Qué suerte, había arroz y carne!
                Por la tarde salimos con muchas ganas para llegar al pueblo. Fuimos por un camino de piedra. Salimos del galacho. Teníamos que ir a por las barcas. Nos explicaron algunas cosas y entonces nos pusimos en marcha. Por la mitad del recorrido nos fuimos a una playa y nos explicaron que antes en el Ebro la gente nadaba allí. Salimos de la playa y fuimos directos al final.
                Cogimos las bicis y nos fuimos al colegio. Cuando llegamos los padres nos habían dado una sorpresa, habían hecho carteles. Después me fui a mi casa, me duché por el cansancio, cené y me fui a dormir para coger fuerzas para el día siguiente.
Pablo Muñoz.

                Nos levantamos a las siete y cuarto y yo tenía mucho sueño y no me quería levantar. Casi me volví a dormir pero mi madre me despertó otra vez. Al final me levanté y me vestí con las chicas. Después me recogí todas las cosas y nos fuimos a desayunar.
                Nos fuimos a desayunar al bar de Utebo. Después nos fuimos a la biblioteca y allí nos explicaron unas cosas. Después me leí un cómic de los Simpsons. Más tarde almorzamos y jugamos un partido de fútbol. Ganamos. Después fuimos a hacer Educación Física con los de las clases de otros colegios. Jugamos a “cazadores y patos” y les ganamos. ¡Yo fui la última en sobrevivir!
                Por la tarde, después de comer, jugamos un poco más al fútbol y quedamos empate. Más tarde nos fuimos para Zaragoza y por el camino a la gente se le fue la cadena y había muchos baches. Después llegamos a las barcas y nos explicaron cómo pararnos, remar. Nos montamos y probamos a hacer de todo, girar, parar,… Al final llegamos a Zaragoza y no nos esperábamos la sorpresa que nos hicieron con pancartas. Cada uno se fue a su casa a descansar.
                En casa me duché y me sequé el pelo para ir a dormir.
Nerea Blanco.

                Me levanté muy nerviosa y medio dormida. Me preparé e intenté no dormirme  mientras me preparaba. Terminé y fui a desayunar al bar con mis amigos.
                Cuando terminé de desayunar fuimos al colegio de Utebo y cuando llegamos jugamos con ellos. Cuando terminamos comimos en el mismo colegio.
                Comimos y nos pusimos en marcha. El camino era cada vez más familiar para mí. Cuando llegamos al galacho me choqué. Menos mal que no fue grave.
                Cuando llegamos al colegio nos recibieron con pancartas, aplausos,… Mis padres hasta me dieron un regalo.
                En casa me eché a la cama sin cenar y me quedé “frita”.
Elisabeth Tornos.

                Nos levantamos muy pronto. Estaba ilusionado por llegar a Zaragoza. Fuimos a un bar a desayunar. Cuando terminamos nos fuimos a jugar al fútbol.
                Después de desayunar nos hemos ido a leer a una biblioteca. Hemos leído un texto. Cuando terminamos el texto hicimos unas preguntas. Los profes (Horacio y David) nos corrigieron las preguntas y cuando terminábamos podíamos coger libros.
                Luego nos fuimos al colegio a jugar con ellos. Después comimos en un comedor, donde estaba Juan.
                Por la tarde nos fuimos a Zaragoza por un camino de tierra. Cuando llegamos fuimos con los “Ebronautas” a montarnos en barca. ¡Nos los hemos pasado genial chocando, cantando! Se me cayó al agua el guante de la bici y tuvimos que remar rápido para cogerlo.
Cuando terminamos, sacamos las bicis de una furgoneta y nos fuimos al colegio. Allí nuestros padres nos recibieron con pancartas. Cuando entramos en el colegio cantamos “Agustina jamás será vencida”. Hasta nuestro compañero Diego Salvo lloró porque tenía ganas de vernos.
Ya en casa me lavé los dientes y me eché a dormir. ¡Siempre os recordaremos, Utebo y Alagón!
Asier Navarro.
                Me dormí muy pronto y me levanté muy dormido. Me preparé las cosas y salimos a la calle a desayunar. Hacía mucho frío. Jugamos un rato.
                Después de desayunar nos fuimos a la biblioteca y leímos muchos cuentos. Cuando salimos almorzamos un donut y un batido, y seguimos jugando. Seguía haciendo mucho frio y cuando acabamos fuimos al colegio de Utebo e hicimos una clase de Educación Física allí. Después nos lavamos las manos y comimos en el colegio.
                Después de comer emprendimos la marcha a Zaragoza. En el camino pinché con una rama. Luego nos fuimos con los “Ebronautas” a pasear por el Ebro remando en las barcas. Acabamos un poco mojados. Finalmente llegamos a nuestro colegio y acabamos la excursión.
                Al final cené tranquilo en mi casa.
Miguel Ángel Medina.